¿Qué es un artista?
Exit Through the Gift Shop
Director
cinematográfico: Banksy
Productores:
Jaimie D’Cruz, Holly Cushing, James Gays-Rees
Cast: Banksy, Thierry Guetta y Shepard Fairey
Fecha de
salida: 2010
Laura
Ventura
(estudiante
Erasmus segundo semestre)
El término
Mokumentary define un falso
documental, es decir, esas películas que tratan temas que son fruto de la pura inveción como si fuera realidad; el
ejemplo tal vez más conocido es Zelig, la genial joya en la que woody Allen
recostruye la biografía del único hombre camaleón.
La
palabra nació da la contracción de las palabras mock y documentary; la
primera además de llevar implícito el significado de falso tiene cierto tinte
irónicoy bromista.
En este
sentido la definición es apropiada para Exit
Through the gift shop, la primera película de Banksy, en la que aparece el
más famoso street artist inglés película camuflato.
Al
principio, en los títulos de presentación,y después de la Revolver Production,
aparece la marca Paranoid Pictures que hace una parodia de la conocida montaña
Paramount y expone una serie de golpes de proyectil para perforar el stencil
que estaban al puesto de las estrellas originales. Así la película declara
directamente su vena ridícula.
También
el tono de la voz narradora, del actor inglés Rhys Ifans, acentuada a proposito
para invocar la ironía iconoclasta y profanadora de un mito imortal como The
Rocky Horror Picture Show.
La
película es una mezcla de falsedad, falsas verdades y hace guiños irreverentes
al mundo del arte moderno y a sus obsesiones.
La celebridad y la fama son metas perseguidas por muchos y evitadas por
unos cuantos. El dinero y el brillo mediático, que la mayoría parece desear,
son para una minoría un estorbo para continuar haciendo lo que les gusta sin
ser molestados. Entre esos bichos raros que prefieren la libertad a los
reflectores se encuentra Banksy, personaje central y creador del brillante
documental Exit Through de Gift Shop. Conocido
internacionalmente sólo por su pseudónimo y célebre por conservar su identidad
en secreto, Banksy es hoy la súper estrella de la escena artística
independiente internacional que se mueve como un pez en el agua en los terrenos
del graffiti, el stencil, la instalación y, más recientemente, del video. Su
última travesura, motivo de innumerables comentarios, análisis académicos y
notas periodísticas, tiene que ver ni más ni menos que con la intervención que
hizo a la célebre cortinilla de los Simpson, clásico moderno de la televisión
creado por Matt Groening. En la pieza de poco menos de dos minutos, el
artista originario de Bristol, sintetiza un estilo caracterizado por la
irreverencia y lo contracultural, así como por una ácida crítica a la producción
en serie y la explotación de la mano de obra barata plagada de técnicas y
personajes omnipresentes en su obra (ratas, cuervos o pandas). Más de cinco
millones de clicks en Youtube en unos cuantos días hablan de la relevancia de
un creador que está muy lejos de pasar desapercibido. Un éxito
como el anterior parece difícil de superar pero, sin duda, Exit Through the
Gift Shop, ópera prima involuntaria de Banksy como director de
documentales, es mucho más que una cortinilla divertida. El
documental se originó en lo que se podría catalogar como un afortunado
accidente cinematográfico: un aficionado francés al arte callejero, Thierry
Guetta, empieza a grabar a los principales exponentes de la escena de Los
Ángeles y, eventualmente, a Banksy que, ante la torpeza del realizador, toma el
control del proyecto y le propone dedique su tiempo al arte. El documental es
un divertidísimo viaje al corazón de un modo de expresión que lentamente ha
migrado de la calle a las galerías y los museos. Las reglas de juego cambian
otra vez. El espacio artístico que convencionalmente se conoce como la galería
o museo, se esta recogiendo todo lo que pasa en la calle. Todo tiene un precio
y esta enfrente de los ojos de un comprador. Aquel que era hace poco tiempo
contracultura vuelve a ser conformista, como es fisiológico que sea. La misión
de los limites de la legalidad de Banksy y sus compañeros es llevarse otra vez los espacios públicos para trasformarlos en
enormes galerías que están a la luz del sol, a cielo abierto. Por la cinta
desfilan nombres como JR, Space Invader o Shepard Fairey que son el motor y punto de partida para que Guetta
descubra el encanto y la adrenalina de un movimiento que se meterá poco a poco
en sus venas y lo transformará de observador a objeto de estudio. Guetta
colaboró con Banksy para hacer una misión especial: instalar una muñeca que
parecía un prisionero de Guantanamo en el parque de Disneyland. En todos estos
lugares la gente siempre esta controlada y el servicio de vigilancia del parque
claramente no estuvo de acuerdo a la hora de mostrar el lado oscuro del reino
mágico. Es justo en ese punto, en la inesperada vuelta de tuerca, donde el
documentalista se convierte en protagonista del film, donde radica su principal
acierto, descubriéndonos el extraordinario talento de Banksy como cineasta.
Prueba de ello, son el brillante ritmo que aterriza en un montaje preciso y el
manejo de cámara propio de un veterano. Más allá de sus aciertos
formales, tal vez lo más sabroso de Exit Through the Gift Shop está en
su humor y contenido, en la manera en que propone a su realizador original,
Thierry Guetta como metáfora y ejemplo vivo de lo que sucede hoy en muchos
casos en el mundo del arte. Vemos cómo un neófito con un plan bien
estructurado, un gran presupuesto y un equipo importante de colaboradores se
puede convertir, de la noche a la mañana, en una estrella de la escena
alternativa de Los Ángeles. El nombre artístico que elige, Mr Brainwash, es una
muestra más de lo paradójico del caso. Así, este documental
deviene una brillante reflexión sobre el arte contemporáneo, su valor comercial
y el papel de la creatividad y el talento en el mundo de hoy. ¿Qué es lo
verdaderamente importante para triunfar? ¿Quién es realmente el artista? ¿El
que vende más? ¿El que se cotiza más caro? La respuesta parece estar
en el buen sabor de boca que nos deja el primer trabajo de un genio de la
irreverencia que aterriza en el cine con una película sólida, divertida y
completa. Además de recordarnos que el documental no tiene por qué ser aburrido
y acartonado, Banksy demuestra en su ópera prima que es un artista en todo el
sentido de la palabra, capaz de abordar con maestría nuevos lenguajes. Hacia el
final del metraje, con el rostro escondido detrás de la típica digitalización
que protege su identidad, nuestro director estrella amenaza con no volver a
hacer cine…ojalá no cumpla su promesa.