¡A las Barricadas! ¡A las
Barricadas!
.
Los
Encargados, Jorge Galindo y
Santiago Sierra
Galería Helga de Alvear
Doctor Fourquet, 12. Madrid
Del 17 de enero al 2 de marzo de 2013
Alba Molina de la Tajada
La política es al arte lo que el
sol a la vida. En ocasiones hay quien ha querido diferenciar el arte de la política,
pero el arte se usa, en ocasiones, como propaganda política, al igual que esta
es el muchas ocasiones una razón para el arte. Desde el Renacimiento al S.XXI
los altos poderes del estado han sido retratados como una manera de acercamiento y de
comunicación hacia el pueblo. En esta ocasión, esa herramienta de propaganda va
ha ser usada como arma contra aquellos a los que representa: Los encargados. Pero
en esta ocasión no solo hablamos de política y políticos, hablamos de los encargados
de aquello que llaman El Estado de Bienestar.
Cuando uno entra a ver Los
Encargados de Santiago Sierra y Jorge Galindo no puede si no que quedarse
sorprendido, casi intimidado, por los siete enormes cuadros invertidos de los
que, los artistas, consideran los responsables de la crisis económica en España:
Adolfo Suarez, José Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez
Zapatero, Mariano Rajoy, y todos ellos presididos por Su Majestad Don Juan
Carlos I. A todo esto se le suma una música de fondo, que parece que esta ahí
específicamente de modo ambiental y que acrecienta un sentimiento
revolucionario: La canción A las barricadas,
himno de la CNT durante la Guerra Civil.
La síntesis de toda la obra la
podemos ver en la sala siguiente con un video en blanco y negro de casi seis
minutos de duración, donde están los siete cuadros (invertidos) subidos en
coches, paseándose por las céntricas calles de Madrid en agosto de 2012, acompañados
por aquella música que creíamos que
servía de ambiente a la habitación anterior.
Paradójicamente, el video es
objetivo, pues no se hace hincapié en un
asunto concreto: siete dirigentes en coches negros “marchando” por la Gran Vía
madrileña. El blanco y negro domina las escenas, no hay calidez ni frialdad, no
hay bueno ni malo, todo neutro, ni una expresión mas marcada que la otra. Pero
sin embargo, todo invertido, los cuadros, al igual que la imagen, invertidos.
La neutralidad y parcialidad aparente de las imágenes se invierte con el
mensaje que recibe el espectador, que desde luego no es objetivo, pues todos
esos rostros nos cuentan qué fuimos y cómo estamos. El video, al igual que la
situación política por la que atraviesa el país, no deja indiferente a nadie.
Los majestuosos mercedes negros
circulan por una de las avenidas más concurridas de la capital, y con su
parsimonia paralizan la vida, la arteria de la ciudad. Siete dirigentes de la
democracia que hacen que el país vaya más lento de lo que debiera.
El video pone su punto final con la
imagen del actual presidente de gobierno, Mariano Rajoy, cuya imagen es tapada
al pasar una ambulancia, de la cual, es el único sonido real que podemos oír en
toda la obra. Es curiosa, e incluso ¿premonitoria?, esta última imagen del
representante del gobierno anulada por el vehículo que representa a la sanidad
pública.
En la actualidad, uno puede estar
en mejor o peor situación, pero Sierra y Galindo han conseguido que en el público
que va a ver su exposición haya nacido una chispa, quizás incluso una llama,
que acreciente el descontento hacia sus señorías ahí retratadas.
Con la intención o no de hacer
crítica o sátira, con objetividad o subjetividad, esta obra/performance es un
claro ejemplo de lo que hemos dicho al principio: la política como una razón
para el arte.
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