Cuando uno visita la muestra
de “Los encargados”, expuesta en la Galería de Arte Helga de Alvear en Madrid,
no le cuesta mucho poner nombre a los creadores de esta pieza.
Los responsables de
esta exposición son dos grandes artistas del panorama español, por un lado
encontramos los tintes de Santiago Sierra y por otro los de Jorge Galindo.
En “Los encargados”
vemos un fiel retrato del trabajo y la evolución que cada uno de los artífices ha
buscado llevar a cabo a lo largo de su carrera y de su evolución personal.
La muestra es el
producto que se obtiene al unir el arte de reivindicación social y política tan
personal de Santiago Sierra y el gusto de Jorge Galindo por unir pintura y fotografía.
Ambos artistas se unieron ya, entorno a los años ochenta, formando el dúo de grafiti Comando Madrid.
Es por estas características
que la muestra nos viene dada por un conjunto de obras de arte las cuales son
pinturas pertenecientes a presidentes del panorama político de España tras la
dictadura de Franco como: Adolfo Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, José María
Aznar, Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy; y una pintura del rey Juan Carlos I
vestido con uniforme militar.
A estos cuadros de gran
tamaño se les acompaña con un video de unos cinco minutos de duración
aproximada, en donde apreciamos o podemos ver una metáfora entre el tiempo que
lleva gestándose la exposición y el tiempo que lleva gestándose la situación actual
del país, es decir, el video refleja una performance puesta en escena el día 15
de agosto del 2012 en relación sobre el tema a tratar en esta exposición, mientras
que ésta no ha sido publicada y puesta a disfrute del publico hasta el 17 de enero
de 2013, cinco meses después de la
performance, todo ello podría significar que tanto la exposición como la situación
a donde ha llegado España no ha sido fruto del tiempo de gobierno de un partido
u otro, sino de la mala organización y diligencia de ambos a lo largo de años y
años, sin tener en cuenta la corrupción política.
Siguiendo en relación con
el video decir que son unas imágenes grabadas en donde vemos y se muestra el
recorrido que realizaron siete coches a lo largo de la tan madrileña calle de
la Gran Vía portando sobre ellos los siete cuadros puestos del revés que más
tarde se colgarían en la misma posición en la galería donde se encuentra la exposición.
Fue una acción cuanto
menos peculiar sacando el arte a la calle, pero no de una forma habitual, sino
llamativa, lujosa y con un tono lúgubre y de carácter funerario.
Esta gran obra aunque
cuente con pocos elementos tiene un gran significado, está llena de
connotaciones que llegan fácilmente al espectador, vemos como ambos artistas
luchan en contra de la situación por la que este país está pasando, es un arte
que al salir a la calle busca al pueblo para que se manifieste y denuncie las
injusticias que se están llevando contra él.
El video no es más que
un deseo, una opinión y un sueño por parte de los artistas de ver como estos
personajes, que estuvieron y algunos están actualmente al mando de un país, deberían
ir con la cabeza bien baja, y tan solo cuando las cosas se den la vuelta podrán
exhibirse con la cabeza y barbilla bien alta.
Como las cosas están
como están, tras ver la exposición me identifico con la frase: “No sé si el
mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo”.
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