Los Encargados, Jorge Galindo y Santiago Sierra
Galería Helga de Alvear
17 de enero - 2 de marzo. 2013
Sandra Godino Jiménez
Con un fuerte carácter político inauguran Jorge
Galindo y Santiago Sierra esta exposición artística en la galería de arte Helga
de Alvear, situada en Madrid, bajo el título de Los Encargados. Una exposición la cual sitúa al visitante, nada más
acceder, en un espacio minimalista, en el que el tamaño y temática de las obras
expuestas en una primera sala nos envuelve y nos marca un camino de reflexión
que deberemos seguir hasta finalizar la controvertida visita, asegurando no
dejar indiferente a nadie.
Actualmente, centrados en nuestro
país y en nuestra sociedad, es palpable que se encuentran en una fuerte
decadencia, una fuerte caída, un fuerte golpe negativo, en definitiva y sin más
miramientos en una fuerte crisis la cual nos llega y nos provoca la destrucción
de toda confianza y la creación de una mala actitud, una actitud demasiado
negativa. Es en este punto donde el ciudadano se ensalza en su particular
ideología, pensamiento, reivindicación, revolución y llamamiento al cambio.
Así, al igual que lo hace el ciudadano, lo encontramos en el arte. El artista
se reivindica, se ensalza, se manifiesta a través de su saber hacer, de sus
obras y de su particular arte mezclado con su particular visión del mundo.
El propio Galindo afirma y explica; “Jorge y yo odiamos a la basura que ha
llevado a mi país de ser un protectorado a ser una colonia, es un acto claro de
desafecto al régimen fascista encabezado por el militar franquista que caza
elefantes. Nosotros no somos una organización, solo somos antifascistas”.
En la colección nos presenta los
retratos pictóricos de los seis presidentes del gobierno que hemos tenido a lo
largo de nuestra, corta pero intensa, democracia española: Adolfo Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José
Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Además les preside el retrato del
actual rey de España, Juan Carlos I. Éstos presentan la particularidad de la
exposición, dada por el artista, de estar boca abajo. ¿Y a qué nos conduce como
espectadores esta acción?
El artista mezcla la fotografía con la pintura. Deja
presente en dichos retratos el monocroma, dejando de lado cualquier aparición
de color en ellas. Otro aspecto que nos indica, transmite y invita a la
reflexión.
Otra parte y sala de la galería podemos visionar un
video, también bastante peculiar. También con escenas del revés, monocromas,
desordenadas, pantalla partida en varias escenas, etc… Se trata de un
particular desfile de estas seis obras, sujetadas cada una sobre lujosos coches
Mercedes Benz, recorriendo aquellas
calles más transitadas e importantes de la capital al son de la Varsoviana
Soviética. Casi llegando al punto de dar una visión fúnebre de dichos
personajes y lo que simbolizan. Dejan, por lo tanto, en este punto, el momento
más reivindicativo y de clara posición político-ideológica que marca la
exposición.
Por último, un tercer ámbito en la galería nos
propone al espectador diez fotografías (imágenes del propio vídeo visionado con
anterioridad) en las que hundirse de nuevo en la reflexión.
En definitiva, este conjunto de obras presentadas en
Helgar de Alvear, es una gran exposición sobre una clara posición política, que
puede ser compartida o no con el visitante. Un grito reivindicativo. Una voz
que nos llama a ver un sistema en declive, según los artistas, que los dos funden
muy bien. Una llamada a la reflexión y a la atención del visitante provocando en
él una agitación en su pensamiento y reacción. Sobre todo, la indiferencia, es
la única que no hace aparición en escena.
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