No han dejado títere con cabeza
LOS ENCARGADOS
Jorge Galindo y Santiago Sierra
Galería Helga de Alvear - 17 de enero al 2 marzo
de 2013
María Pérez Díaz
"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es
para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus
derechos y el más indispensable de sus deberes" (Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano. París, 23 junio de 1793).
Así encabeza la propia web de la Galería
Helga de Alvear la exposición de la obra conjunta de Galindo y Sierra,
acogiéndose a sagrado bajo el dictamen de la misma Declaración de los Derechos
del Hombre parisina.
Y es que nuestros artistas no han
dejado títere con cabeza: Los encargados ofrece una severa crítica
política en la que todos y cada uno de los presidentes de la democracia
española, encabezados por su Real Majestad, son retratados como los
responsables de la turbia situación del país. De esta forma, el eje de la
exposición se constituye a través de un vídeo en el que siete coches oficiales invaden el
corazón de la capital española, la Gran Vía madrileña, cada uno de los cuales
porta un estandarte bufonesco: el rostro de los ya citados presidentes y el
rey… Puestos bocabajo.
Así, la escena plasma a la perfección
una continua tensión entre el artificial intento de los gobernantes por
conservar su dignidad y la imagen ridícula que el pueblo concibe de ellos, en
una dosis perfecta de protocolo y chiste. Ni el son de la Varsoviana Soviética
(que aunque revolucionaria en su significado, no deja de otorgar una solemnidad
a la marcha), ni la seriedad del blanco y negro, ni la disposición milimétrica
a la que desfilan los Señores Presidentes, ni los Mercedes que todos pagamos
con nuestros impuestos, parecen contribuir a configurar la propaganda
majestuosa de nuestros líderes, a quienes no somos capaces de ver como ellos
quisieran o como lo que deberían ser, sino que están dados la vuelta, se han
subvertido los significados, no son comprensibles, nos son ajenos. Galindo y
Sierra le han dado la vuelta a la tortilla: ya no cuela, señores.
Los artistas han sabido reflejar
de una manera gráfica la sensación de distancia de nuestros gobernantes hoy en
día para con su pueblo, no existe una identificación con ellos, “que no, que
no, que no nos representan”. Como decía Galindo en una entrevista concedida a
la prensa, “el zorro cuidando de las gallinas”.
Y es que el patetismo de la
situación en sí se acentúa con una Gran Vía desértica, que corrobora los
inútiles esfuerzos de toda la parafernalia del desfile por llamar la atención
de la sociedad española. Desfile triunfal, marcha fúnebre (eso sí, sin
plañideras) o la parodia nacional, uno no sabe como calificar esta escena ante
la cual dan ganas de reír y de llorar.
Ni siquiera invertir la imagen
completa (como se hace varias veces a lo largo del vídeo) ayuda a que los
encargados de la patria se vean con claridad: cuando ellos están del derecho,
el resto del mundo está del revés, muestra de una incompatibilidad continua, “aquí no
cabemos los dos, forastero”.
Los encargados actúa a modo de interruptor que conduce a
reflexionar sobre nuestra realidad. La manifiesta llamada a la rebelión de
Galindo y Sierra invita a recapacitar sobre un tema actual, un problema cada
vez más acuciante que está patente en nuestras calles, en nuestros debates, en nuestros
medios de comunicación, siendo a la vez un toque de atención para aquellos que aún no lo han
sabido ver.
Visita más que recomendada. No
dejará indiferente a nadie.
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