lunes, 28 de enero de 2013

No han dejado títere con cabeza


No han dejado títere con cabeza

LOS ENCARGADOS
Jorge Galindo y Santiago Sierra
Galería Helga de Alvear  -  17 de enero al 2 marzo de 2013

María Pérez Díaz


"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes" (Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. París, 23 junio de 1793).


Así encabeza la propia web de la Galería Helga de Alvear la exposición de la obra conjunta de Galindo y Sierra, acogiéndose a sagrado bajo el dictamen de la misma Declaración de los Derechos del Hombre parisina.
Y es que nuestros artistas no han dejado títere con cabeza: Los encargados ofrece una severa crítica política en la que todos y cada uno de los presidentes de la democracia española, encabezados por su Real Majestad, son retratados como los responsables de la turbia situación del país. De esta forma, el eje de la exposición se constituye a través de un vídeo en el que siete coches oficiales invaden el corazón de la capital española, la Gran Vía madrileña, cada uno de los cuales porta un estandarte bufonesco: el rostro de los ya citados presidentes y el rey… Puestos bocabajo.
Así, la escena plasma a la perfección una continua tensión entre el artificial intento de los gobernantes por conservar su dignidad y la imagen ridícula que el pueblo concibe de ellos, en una dosis perfecta de protocolo y chiste. Ni el son de la Varsoviana Soviética (que aunque revolucionaria en su significado, no deja de otorgar una solemnidad a la marcha), ni la seriedad del blanco y negro, ni la disposición milimétrica a la que desfilan los Señores Presidentes, ni los Mercedes que todos pagamos con nuestros impuestos, parecen contribuir a configurar la propaganda majestuosa de nuestros líderes, a quienes no somos capaces de ver como ellos quisieran o como lo que deberían ser, sino que están dados la vuelta, se han subvertido los significados, no son comprensibles, nos son ajenos. Galindo y Sierra le han dado la vuelta a la tortilla: ya no cuela, señores.
Los artistas han sabido reflejar de una manera gráfica la sensación de distancia de nuestros gobernantes hoy en día para con su pueblo, no existe una identificación con ellos, “que no, que no, que no nos representan”. Como decía Galindo en una entrevista concedida a la prensa, “el zorro cuidando de las gallinas”.
Y es que el patetismo de la situación en sí se acentúa con una Gran Vía desértica, que corrobora los inútiles esfuerzos de toda la parafernalia del desfile por llamar la atención de la sociedad española. Desfile triunfal, marcha fúnebre (eso sí, sin plañideras) o la parodia nacional, uno no sabe como calificar esta escena ante la cual dan ganas de reír y de llorar.
Ni siquiera invertir la imagen completa (como se hace varias veces a lo largo del vídeo) ayuda a que los encargados de la patria se vean con claridad: cuando ellos están del derecho, el resto del mundo está del revés, muestra de una incompatibilidad continua, “aquí no cabemos los dos, forastero”.

Los encargados actúa a modo de interruptor que conduce a reflexionar sobre nuestra realidad. La manifiesta llamada a la rebelión de Galindo y Sierra invita a recapacitar sobre un tema actual, un problema cada vez más acuciante que está patente en nuestras calles, en nuestros debates, en nuestros medios de comunicación, siendo a la vez un toque de atención para aquellos que aún no lo han sabido ver.
Visita más que recomendada. No dejará indiferente a nadie.


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