La caída de los ídolos
Delphina
Tonnard (Erasmus)
“Los Encargados”, de Jorge
Galindo y Santiago Sierra.
Galería Helga de
Alvear. Del 17 de enero al 2 de marzo 2013.
En anticipo, un primer contacto con
el material primario de este proyecto que han llevado ambos controversiales
artistas Jorge Galindo y Santiago Sierra : los retratos del rey Juan Carlos I y
de los seis presidentes de la democracia española, -Adolfo Suárez, Leopoldo
Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y
Mariano Rajoy- boca
abajo. En otras palabras, “los (dichos)
encargados”.
El aspecto sobrio de estos cuadros
monumentales de pintura acrílica en blanco y negro, no solo aumenta la
dimensión estética fría de retrato oficial o de fotomatón, sino también,
subraya sus disposición inhabitual y sumamente irónica.
Lo que podríamos designar como un
“ramillete del poder político español” empapela las paredes de la famosa
galería Helga de Alvear, cuya dueña ha querido producir la totalidad de la
obra, y así involucrarse como mecenas de un discurso polémico sobre la
situación socio-política e económica en país ibérico.
El alcance sarcástico del conjunto pictórico
culmina en el vìdeo, proyectado en la sala adyacente: sietes mercedes negros
desfilan lentamente sobre la Gran Vía en Madrid, cargando un retrato cada uno,
ahí también dados vuelta. En fondo sonoro, uno de los màs populares cantos
revolucionarios, “A las barricadas”,
escrito por el poeta anarquista Valerio Orobon Fernández, en 1936, para luchar
contra el golpe de estado de Franco.
A lo largo de la proyección, el
énfasis revolucionario se vuelve màs y màs conmovedor, gracias a la música in crescendo que ritma lo que aparece
como un lúgubre y risible cortejo fúnebre. La variedad de posiciones focales combinada
con juegos de espejos -la pantalla se divide en diferentes partes- contribuye a
guiar la mirada del espectador y entender el propósito de tal performance. De manera evidente, Galindo
y Sierra invitan a la revuelta y a la indignación, a través una experimentación
muy simbólica del espacio pùblico, es decir, la calle.
De hecho, este desfile concierne
íntimamente a la historia española y, màs aùn, a la historia revolucionaria
mundial. Galindo y Sierra sientan inequívocamente en el banquillo a los
responsables del derrumbe económico español; lìderes incapaces de responder a
las necesidades de la población, como el papel político debería impedirlo. “Los
encargados” son los acusados de un juicio improvisado por cual el espectador actúa
como juez.
Con sutilidad, humor (negro), y
eficacidad, los artistas comprometidos, han organizado la exhibición de figuras
conocidas, reutilizando el culto de la imagen tan explotado en el campo político.
En el caso extremo de dictadura por ejemplo, se puede notar una idealización de
la imaginería alrededor del líder. Pensemos a la propaganda de Stalin, Mao,
Hitler, pero también de los políticos de la democracia –como lo muestra esta
exposición- que no dejaron de sacar provecho de este medio de comunicación y de
seducción, para manipular mejor la opinión publica.
De un gesto muy simple, el de poner
los retratos al revés, Galindo y Sierra logran transmitir un mensaje accesible
a todos : los políticos contemporáneos no pueden mas engañarnos con agradables
imágenes. Este gesto, junto a la investigación de la calle, devuelve al sistema
político actual, la Republica democrática, su primer sentido : la cosa publica
(res publica), y el poder del pueblo (demos kratos).
“Los encargados” es una exposición
que grita por la libertad y los derechos del ciudadano a protestar contra los
abusos. En las líneas evidentes del discurso a dimensión política, los
diferentes soportes y huellas del perfomance
también tratan de construir un discurso estético : ¿como transcribir una experiencia
temporal dentro el espacio de la galería ? ¿Como hacer reaccionar y realizar a
través pintura, video, y fotografías? ¿Cómo siempre reinventar el vinculo entre
arte y política?
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