Marisa García
Moya
LOS
ENCARGADOS, de Jorge Galindo y Santiago SierraGalería Helga de Alvear del 17 de enero al 2 de marzo del 2013
Los
encargados, con este título tan burocrático y pragmático, los
artistas Jorge Galindo y Santiago Sierra presentan su exposición, en la Sala
Helga de Alvear. A modo de galería de hombres ilustres, nos encontramos con los
retratos de los padres de la patria, paradójicamente los retratos oficiales están
colocados cabeza abajo, no se sabe muy bien si
rinden un irónico homenaje a los encargados de dirigir el país, en un
periodo histórico relativamente cercano o por el contrario desarman y ponen boca abajo, todas las instituciones sagradas del Estado español.
Los siete lienzos, en un monocromo casi siniestro,
muestran los rostros de los presidentes de gobierno del periodo democrático de
España, introduce un elemento discordante a esta relación, el rostro del rey, que ha modo de jefe del ejercito, encabeza la comitiva.
Los ilustres personajes han sido bajados de su pedestal y sus ojos demuestran
asombro e incredulidad. Por otro lado, en estas obras, se hace notar una gran
planitud y oscuridad, algo especialmente
contradictorio en este artista, que gusta de utilizar el color y los diferentes
materiales a modo de collage en sus obras, quizá nos quiera transmitir una
sensación de tiempo lento, pesado y que evoca un pasado en blanco y negro.
En una pequeña sala se
expone el audiovisual, obra de Santiago Sierra, a modo de cortejo fúnebre,
marcha una larga comitiva de vehículos oficiales, el rey marcha al frente,
seguido de sus dignatarios, todos van cabeza abajo, pero ellos siguen firmes y
muy dignos, nada les perturba. Como música de fondo una coral sinfónica entona La Varsoviana Soviética, esta tan integrado en la marcha oficial, que
apenas nos damos cuenta de que es un himno revolucionario y nos invita a la
revuelta. En algunos planos del video el artista nos quiere identificar la
comitiva con un desfile militar, al frente el jefe del ejercito seguido de sus
grandes generales en sus carros de combate, solo falta el pueblo jubiloso
agitando las banderitas, pero es todo lo contrario nos encontramos una ciudad
silenciosa y vacía que parece de una época pasada.
El artista recurre a
imágenes reconocibles para el espectador, y la solemne procesión pasa por
delante de las grandes instituciones del Estado, se reconoce la Capilla del
Caballero de Gracia, obra del Opus Dei, la Iglesia hace su oscura presencia, la
caravana prosigue su lenta marcha y pasa por el gran templo de la sabiduría y
el arte, el Círculo de Bellas Artes emerge elegante e impasible ante el paso de
la comitiva, también llega al poder económico y financiero, la gran efigie de
la Unión y el Fénix, presencia desde lo alto su paso, pero el desfile también
llega a las calles bulliciosas de los teatros, cines y espectáculos, parece
querer decir que al final la vida sigue su curso y el pueblo se divierte y se
olvida, dejando los problemas a los
encargados.
En esta exposición se
juega con los efectos visuales, desde la extraña posición de los lienzos a la
división continua de la película, la
pantalla se divide, unas planos al
derecho, otros al revés, unos suben y otros bajan, para unos la verdad, para
otros la mentira, el engaño y el
reflejo, el artista está creando en imágenes, los diferentes modos de ver las
cosas desde los diversos grupos sociales que conforman nuestra sociedad. Para
terminar, Los Encargados es una
exposición que crea la confusión y busca
la crítica y la mirada desde diferentes puntos de vista, como dice nuestro gran
poeta urbano, Fito, NO SÉ SI EL MUNDO VA AL REVES O SOY YO EL QUE ESTÁ CABEZA ABAJO.
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