lunes, 28 de enero de 2013

La democracia nos trae de cabeza

Ana Isabel Osorno Nieto
"Los Encargados" Jorge Galindo y Santiago Sierra
Galería Helga de Alvear
La democracia nos trae de cabeza
La galería Helga de Alvear nos presenta una controvertida muestra de protesta política realizada por Jorge Galindo y Santiago Sierra, este espacio minimalista nos invita a reflexionar sobre la política actual, con la exposición de siete retratos de los dirigentes políticos que han gobernando España desde la transición.
 Los cuadros realizados por Jorge Galindo, son retratos en blanco y negro, todos colocados boca abajo, como símbolo de protesta a su actividad política. Pero la parte más significativa de la exposición es la proyección de un vídeo de la performance realizada en agosto del año pasado, donde siete coches alemanes de alta gama hicieron varios trayectos por la Gran Vía de Madrid, portando sobre ellos los siete retratos de 3x2,60 metros de altura, a modo de cortejo fúnebre de la propia democracia, no es una casualidad que los coches que transportan los retratos sean alemanes, es una clara alusión al poder económico capitalista que lidera Alemania, que dirige la política y economía europea.
 El hecho de que el vídeo esté rodado en blanco y negro aumenta el dramatismo de la performance, a  la vez que con la proyección de la escena invertida lateralmente, hace que el propio vídeo sea un espejo de la realidad y la política española.  La música también es muy significativa, es otro protagonista representando al pueblo, La Varsoviana Soviética nos incita a la rebelión, a la lucha contra una política que nos lleva de cabeza.  En la parte superior de la galería se muestran algunas fotografías de la realización de la performance.
“Los encargados”, el título de la exposición, hace referencia a estos dirigentes políticos, encargados de conducir y gobernar un país, pero también es un guiño a la obra de Santiago Sierra, ya que la mayoría de sus obras están realizadas por otras personas, a las que él encarga un trabajo que es remunerado, por lo que se mezcla el concepto de “encargo” y “encargado” a la vez que se juntan en esta galería los conceptos de “arte”, “política” y “rebelión”.  La obra se abre con el retrato del  Rey, con la relevancia de que Galindo lo ha retratado con el uniforme militar en lugar de una vestimenta civil, haciendo referencia a la transición, paso entre una dictadura militar y una política democrática, terminando por el actual presidente del gobierno Mariano Rajoy.
El vídeo es una herramienta para la provocar la autoconciencia política en el espectador, gracias a la canción utilizada, dirigida a las masas, a la rebelión y protesta del pueblo, el simbolismo que otorga La Varsoviana, “A las barricadas”, como se conoce en la versión española, aumenta considerablemente al utilizar la versión soviética, como rechazo absoluto al capitalismo y al sistema político establecido. Pero esto contrasta con el hecho de que el vídeo se grabó en agosto, sobre las siete de la mañana, con lo que el público que pudo ver la actuación fue muy reducido, en otra hora, en otro momento, con la gran afluencia que suele tener la Gran Vía de Madrid podía haber tenido mucho más impacto social, y haber conseguido llamar a la rebelión a mucha más población. En este caso vemos a los “encargados” a los políticos, pero no vemos al pueblo, no vemos las manifestaciones que el pueblo debería realizar, los propios autores nos llaman a las barricadas, nos encargan el papel de la lucha y la rebelión.
La exposición consigue el propósito de los artistas, hace despertar en el espectador la reflexión de que la política y nuestros representantes traen de cabeza al pueblo, pero no al contrario, la democracia es el poder y representación del pueblo, con lo que tendría que ser la máxima preocupación de los políticos. En este caso no se pueden separar arte y política, ambas forman parte de nuestra realidad.

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