jueves, 24 de enero de 2013

NO SÉ SI EL MUNDO VA AL REVES O SOY YO EL QUE ESTÁ CABEZA ABAJO



Marisa García Moya
LOS ENCARGADOS, de Jorge Galindo y Santiago Sierra
Galería Helga de Alvear del 17 de enero al 2 de marzo del 2013

 
Los encargados, con este título tan burocrático y pragmático, los artistas Jorge Galindo y Santiago Sierra presentan su exposición, en la Sala Helga de Alvear. A modo de galería de hombres ilustres, nos encontramos con los retratos de los padres de la patria, paradójicamente los retratos oficiales están colocados cabeza abajo, no se sabe muy bien si  rinden un irónico homenaje a los encargados de dirigir el país, en un periodo histórico relativamente cercano o por el contrario desarman y  ponen boca abajo, todas las  instituciones sagradas del Estado español.

Los  siete  lienzos, en un monocromo casi siniestro, muestran los rostros de los presidentes de gobierno del periodo democrático de España, introduce un elemento discordante a esta relación, el rostro del rey,  que ha modo de jefe del ejercito, encabeza la comitiva. Los ilustres personajes han sido bajados de su pedestal y sus ojos demuestran asombro e incredulidad. Por otro lado, en estas obras, se hace notar una gran planitud  y oscuridad, algo especialmente contradictorio en este artista, que gusta de utilizar el color y los diferentes materiales a modo de collage en sus obras, quizá nos quiera transmitir una sensación de tiempo lento, pesado y que evoca un pasado en blanco y negro.  

En una pequeña sala se expone el audiovisual, obra de Santiago Sierra, a modo de cortejo fúnebre, marcha una larga comitiva de vehículos oficiales, el rey marcha al frente, seguido de sus dignatarios, todos van cabeza abajo, pero ellos siguen firmes y muy dignos, nada les perturba. Como música de fondo una coral sinfónica entona La Varsoviana Soviética,  esta tan integrado en la marcha oficial, que apenas nos damos cuenta de que es un himno revolucionario y nos invita a la revuelta. En algunos planos del video el artista nos quiere identificar la comitiva con un desfile militar, al frente el jefe del ejercito seguido de sus grandes generales en sus carros de combate, solo falta el pueblo jubiloso agitando las banderitas, pero es todo lo contrario nos encontramos una ciudad silenciosa y vacía que parece de una época pasada.

El artista recurre a imágenes reconocibles para el espectador, y la solemne procesión pasa por delante de las grandes instituciones del Estado, se reconoce la Capilla del Caballero de Gracia, obra del Opus Dei, la Iglesia hace su oscura presencia, la caravana prosigue su lenta marcha y pasa por el gran templo de la sabiduría y el arte, el Círculo de Bellas Artes emerge elegante e impasible ante el paso de la comitiva, también llega al poder económico y financiero, la gran efigie de la Unión y el Fénix, presencia desde lo alto su paso, pero el desfile también llega a las calles bulliciosas de los teatros, cines y espectáculos, parece querer decir que al final la vida sigue su curso y el pueblo se divierte y se olvida, dejando los problemas a los encargados. 

En esta exposición se juega con los efectos visuales, desde la extraña posición de los lienzos a la división continua de la película,  la pantalla se divide, unas  planos al derecho, otros al revés, unos suben y otros bajan, para unos la verdad, para otros  la mentira, el engaño y el reflejo, el artista está creando en imágenes, los diferentes modos de ver las cosas desde los diversos grupos sociales que conforman nuestra sociedad. Para terminar, Los Encargados es una exposición que crea la confusión  y busca la crítica y la mirada desde diferentes puntos de vista, como dice nuestro gran poeta urbano, Fito,  NO SÉ SI EL MUNDO VA AL REVES O SOY YO EL QUE ESTÁ CABEZA ABAJO.

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