jueves, 31 de enero de 2013

DESEOS DE COSAS IMPOSIBLES


DESEOS DE COSAS IMPOSIBLES.

Obras Recientes. Jorge Perianes.31 de Enero – 23 de Marzo de 2013.

Galeria Max Estrella, Calle Santo Torné,6.

Inmaculada Hormigo González.

La nueva exposición de la Galería Max Estrella en Madrid, nos presenta las últimas obras del gallego Jorge Perianes. Encontramos estas dispuestas de forma minimalista en los tres espacios que nos presenta dicha galería, uniendo conceptos de naturaleza, poesía e inmaterial ausencia humana.

Las obras que podemos observar nos presentan la actual y personal visión del artista, creando un dinamismo que envuelve al espectador desde el primer momento que cruza la puerta. Nos invaden al entrar dos grandes piedras graníticas apuntaladas, que nos dan la idea de naturaleza intervenida, pudiendo apreciar en ellas la mano del hombre que destruye lo natural con sus acciones, para luego intentar reparar el daño con elementos industriales como son los puntales. Esta realidad se ve distorsionada por el espejo mojado que nos hace partícipes de la exposición, introduciéndonos en ella, experiencia expositiva paralela a la que no hace mucho tiempo se observaba en el Museo del Prado para contemplar Las Meninas de Velázquez, creando la sensación al espectador de encontrarse dentro de la obra, aún estando de espaldas a ella.

De esta curiosa manera nos adentramos en la siguiente sala que presenta obras que desconciertan al público. No duda en traspasar los muros para crear su arte, la obra principal es un perímetro rectangular tallado en la pared del cual emergen helechos, esta obra nos acerca a la idea de renacimiento natural, “la vida se abre camino” a través de la descomposición de los nuevos materiales como es el pladur que a modo de piel recubre las paredes de la galería.
En la misma sala nos desconcierta con una escalera, elemento casi capital en sus anteriores obras, que pende de la pared pero que se encuentra destinada a nunca alcanzar el suelo, introduciendo la “magia” como elemento visual. Este se nos hace más notable en la obra que, con un último truco, el artista terminó ante nuestros ojos, introduciendo pequeñas gotas de cristal alrededor del que en oblicuo y apoyado en la pared, se introduce en un parapeto compacto blanco, a modo de penetración.

En la última de las salas que nos presenta encontramos una intima visión de la situación que atraviesa el hombre, representada por una serie de vasos y copas de cristal que caprichosamente se encuentran descompuestos o en posiciones imposibles. El artista juega con la disposición de las obras, situándolas desnudas sobre ligeras peanas de madera sin tratar, creando una sensación de atracción-repulsión hacia ellas. Estas obras nos hablan sobre los deseos y preocupaciones del ser humano contemporáneo.
Al entrar en dicho espacio me vienen a la mente las palabras del poeta Antonio Machado en su poema titulado Arte Poética: “Y en toda el alma hay una sola fiesta, tú lo sabrás, Amor, sombra florida, sueño de aroma y luego….nada; andrajos, rencor, filosofía”. En verdad se sueña con el aroma que nos trasmitirían los fingidos caldos servidos en las copas, como aquel que se encuentra a punto de ser desbordado, creando un paralelo con la sociedad actual que parece no ser capaz de abarcar todo el conocimiento que se le impone, o como aquella otra obra en la que uniendo dos copas por el pie crea un reloj de arena que mida la velocidad con la que las sociedades actuales se desarrollan. Siendo todas estas obras los propios “andrajos” que produciría un bar cualquiera, copas rotas, que sirven al autor para crear un nuevo reciclaje de objetos que normalmente serían desechados. Creo que es de importante mención los efectos que provoca la iluminación de esta última sala, que crea un ambiente intimo que nos invita a pensar sobre la acción que podría haberse desarrollado en dicho espacio, una acción quizá de post-fiesta en la que se han exprimido deseos de cosas imposibles.

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