lunes, 28 de enero de 2013

Todo arte es político

Jorge Galindo/Santiago Sierra: Los encargados.
Galería Helga de Alvear.C/ Doctor Fourquet., 12.

Elena Zaccagnini Catón


Santiago Sierra y Jorge Galindo nos presentan su proyecto Los Encargados en la galería Helga de Alvear, una exposición que se podrá visitar entre el 17 de enero y el 2 de marzo de este año. Se trata de serie de obras en las que Política y Estética van de la mano, ya que tal y como afirman sus autores, todo arte es político. La exposición gira en torno al video que documenta la performance llevada a cabo por los artistas en la Gran Vía en agosto del 2012. En él vemos como un cortejo de vehículos negros porta los retratos invertidos de las principales figuras de la democracia española -Juan Carlos I, Adolfo Suárez, Calvo-Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy- con los que recorren la transitada vía madrileña a ritmo de la Varsoviana Soviética.

La comitiva es presidida por Don Juan Carlos I, representado con atuendos militares, -quien es definido por Sierra como: el militar franquista que caza elefantes- y a quien le siguen todos los presidentes del gobierno en fila india y por orden cronológico, todos llevados por majestuosos Mercedes Benz. Si los retratos no se hubiesen invertido tal vez podríamos relacionar esta marcha con los desfiles triunfales de los emperadores romanos, en los que se ensalzaba la figura del gobernante aplaudido por el pueblo por sus méritos; sin embargo, lo que se nos muestra es muy distinto: el ritmo lento de los coches, el hecho de invertir los retratos, y el ritmo de la música de fondo -perfectamente elegida para la ocasión- pone de manifiesto la intención claramente crítica de los artistas que buscan ridiculizar y acusar directamente a estos personajes, como responsables del fracaso de la democracia y de la situación económica y social del país.

Los retratos, extremadamente realistas, han sido pintados en blanco y negro, un recurso elegido por los artistas para acentuar las sombras y dar a los rostros un aire fantasmagórico, creando unos personajes que perfectamente podrían protagonizar una de las películas de terror del cine expresionista alemán. Así mismo, el hecho de invertir los retratos hace que los rostros pierdan humanidad, volviéndose apenas reconocibles para el espectador, lo que sigue la línea crítica perseguida por los artistas en esta obra: busca volver a los políticos como monstruos desprovistos de alma. Sin embargo, a pesar de la clara intención crítica de la performance, los artistas no dejan de buscar aportar a la misma un valor estético, lo que se aprecia perfectamente en el exquisito montaje del video, así como en el uso del blanco y negro en el mismo, un recurso que dota a las imágenes de mayor belleza.

Los artistas no se atribuyeron la autoría de este acto, sin embargo no sorprendió a nadie que así lo fuera teniendo en cuenta sus trabajos anteriores. Aunque no comparten los medios -mientras que Sierra sigue la línea del arte conceptual, las instalaciones y las performances, el medio más desarrollado por Galindo es la pintura- ambos buscan transmitir un mensaje en forma de crítica política y social, siguen la premisa de que todo arte es político, y afirman que los medios artísticos son el mejor medio con el que redactar un manifiesto. Es así como, aunando ambos talentos, es posible concebir un proyecto que aún tan convulso y problemático desborde fuerza estética.

No hay comentarios:

Publicar un comentario