miércoles, 30 de enero de 2013

'Obsesiones como arte'


Obsesiones como arte’

Critica a la exposicion ‘El coleccionista de obsesiones’
De Bernardí Roig

Fundacion Lazaro Galdiano, Madrid
desde 25 enero hasta 20 de mayo

Laura Ventura

Bernardì Roig (Palma de Mallorca, 1965), uno de los artistas contemporáneos españoles más relevantes en el panorama internacional, en la muestra plantea un diálogo entre los fondos del museo, obras maestras del arte, joyas bibliográficas y documentales, de la historia española y universal con sus obra plástica. Según señala el comisario de la exposición, José Jiménez, se trata de “un diálogo a través de las obras del artista: dibujos, esculturas, vídeos, algunas de ellas especialmente producidas para esta muestra, con los distintos aspectos y modulaciones que configuran el coleccionismo de Lázaro Galdiano, tal como éstos se muestran y despliegan en los espacios de la Fundación”. El impulso obsesivo es el concepto del proyecto que responde a la idea que es propia del artista que es un coleccionista pero no de objetos o piezas, sino de representaciones plásticas, de ideas que se encarnan en sus obras. “En ese sentido, el artista es también un coleccionista, pero un coleccionista de obsesiones, aquellas que va plasmando en su trabajo en busca de la realización de la obra, ese impulso obsesivo hacia la búsqueda de lo imposible”, afirma el comisario. En el caso de Roig, la incomunicación del hombre contemporáneo, la muerte, el viaje interior y la soledad, son algunas de las obsesiones presentes en su obra.  En su trabajo conviven estructuras abstractas y reminiscencias de la figuración, con repertorios heredados de artistas como Antonioni, Duchamp, Malevitch, Bruce Nauman o Klossowsky.  
El coleccionista intenta guardar en los objetos que atesora el hilo rojo de experiencias vividas. Lo que se desvela a través de ellos es, en el fondo, una voluntad de recobrar el tiempo que pasó. Podría así decirse que coleccionar es una lucha contra el tiempo, un impulso a permanecer materialmente en los objetos, de todo tipo, en los que en un momento de vida se demoró la mirada, el tacto, la apropiación corporal y sensible. Hay concepto, desde luego, pero el coleccionismo implica una intensa inmersión sensible y sentimental en las piezas que forman la colección.
Esa lucha, pasional, con el tiempo es también, sin duda, la clave última del trabajo de Bernardí Roig. El concepto que sustenta esta exposición tiene que ver con el descubrimiento de una imagen inadvertida en el espejo: el artista, él también, es un coleccionista, aunque no de piezas u objetos, sino de representaciones plásticas, de ideas, emociones y sentimientos que se plasman en obras. Y, en ese sentido, el artista es también un coleccionista, pero un coleccionista de obsesiones, aquellas que va plasmando en su trabajo en busca de la realización de la obra.
Todas las piezas de la exposición: los dibujos, el libro de luz, las esculturas, el molde que se confronta con las armaduras, la película rodada especialmente para esta muestra en los espacios de la Fundación, incluso el tablero de imágenes, giran en torno a una misma modulación: alcanzar la luz. En sus obras, Bernardí Roig bucea en un depósito abigarrado de imágenes: del arte a la vida cotidiana, de las raíces familiares a lo desconocido, para impulsar su búsqueda desde la memoria a la luz del deseo. Algo que tiene su reflejo en el Tablero de imágenes, que vive en una pared de su estudio, donde va fijando recortes de imágenes tomadas de aquí y de allá, y que se presenta al público por vez primera en esta exposición. Es un registro íntimo de cómo la obsesión gira, se expande y se eleva hasta acabar convirtiéndose en obra.
En definitiva, coleccionar obsesiones hasta convertirlas en obras artísticas. El trabajo de Bernardí Roig, en el espejo diseminado de los espacios de la Fundación Lázaro Galdiano: las salas, el jardín, incluso el sótano, permite a nuestra mirada y a nuestra sensibilidad introducirse en la amplitud de registros que implica el coleccionismo, del deseo a la memoria, de la lucha humana con el tiempo a su plasmación en obra de arte.

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