jueves, 28 de febrero de 2013

"El arte de aproximarse"



Wilfredo Prieto. Café hecho por Di.
Galería NoguerasBlanchard. c/ Doctor Fourquet, 4.

Delphina Tonnard

“El arte de aproximarse”

         Al visitar dicha exposición seria un poco como propulsarse en el cerebro del artista cubano Wilfredo Prieto. Presentada por la Galería NoguerasBlanchard hasta el 30 de Marzo, la serie de bocetos  reunidos debajo el titulo de uno de ellos « Café hecho por Di », nos invita en su universo creativo. La exposición funciona como una retrospectiva en dibujo de la obra de Prieto, incluyendo tanto proyectos que fueron realizados, como los que permanecieron al estado de proyecto, producidos desde sus años de estudiante en el instituto Superior de Arte de La Habana hasta su mas reciente exposición personal (Sala de Arte Publico Siqueiros de Mexico D.F). Unas de las obras realizadas mas conocidas que podemos identificar aquí, son entre otras : One million dollars (2002), Avalancha (2003), Apolítico (2001). Y es precisamente lo que me atrapo durante la visita : aunque no comparten el mismo destino, las obras están puestas excepcionalmente sobre un mismo plano, es decir, el de una idea desarrollándose sobre el papel. Unas de mis preguntas concierna el titulo ¿ porque Prieto eligió esta obra mas que otra? ¿Que simboliza para el artista? Admito que no he encontrado respuesta que me satisfaga, y hare la hipótesis que aquella elección no tiene lógica racional, sino un fuerte poder de evocación, presente en toda la obra de Prieto.
        
         Sin embargo, cuando uno llega a conocer mas su obra, y fue mi caso porque era la primera vez que escuchaba hablar de Prieto, la exposición sorprende por el planteamiento que propone : frente a la sencillez y la espontaneidad de los bosquejos, el espectador ingenuo no puede, sino con dificultad, imaginarse el producto final, que contraste en muchos casos por su sofisticación. ¿Es decir, no hubiese sido una buena idea añadir otra dimensión al boceto inicial, en vista de enseñar la complejidad de reflexión que también se encuentra a través el proceso de realización en las obras de Prieto?
        
         Por otro lado, la postura de NogueraBlanchard también se puede defender. Constituye un especie de homenaje a la noción tradicional de “diseño”, teorizada por Alberti en su De pictura (1435), que suma la dimensión estética de la practica del dibujo a su dimensión intelectual, y participo a permitir al pintor de la edad moderna el acceso a un estatus privilegiado, distincto del artesano. El artista piensa, inventa, conceptualiza ideas y formas. Esta noción es fundamental para entender el desarrollo de las bellas artes y hoy en dia también lo que llamamos los “artes aplicados”. Wilfredo Prieto, tanto como otros artistas contemporáneos tal Bernardi Roig que hemos estudiado, considera el dibujo como una etapa esencial en su trabajo, en el sentido que este medio acompaña los primeros pasos del proceso creativo de búsqueda conceptual. La mano traduce en formas lo que seria la huella del pensamiento. Prieto dice “El papel es el primer espacio donde visualizo las ideas, las depuro, les doy vueltas hasta que logro una imagen o idea que me convence.” 

         La galería NogueraBlanchard quiso en este sentido subrayar la dimensión conceptualista del trabajo de Prieto, mas que su dimensión plástica. Indiquemos ahí la herencia duchampiana, que el artista admite sin dificultad “Admiro mucho a Duchamp. Es más que una influencia; es inevitable.” El impacto del artista francés no solamente se nota en la apropiación de los objetos cuotidianos, que se convierten en los protagonistas de instalaciones e intervenciones que pueden llegar a ser monumentales (Sin titulo o Grua -que se levanta a si misma, 2006) o mínimas (Vaso de agua medio lleno, 2006) ; sino también el su posicionamiento general hacia la creación artística. En una entrevista para Havana Cultura, Prieto trata de caracterizar su trabajo : « creo que es como una especie de “inllegada”, de un limite sin alcanzar, siempre uno crea una forma de subversión personal, y casi creo que es un juego de acercarse a ser artista.” No podemos ignorar en aquellas palabras la influencia de Duchamp que comparaba la creación a una broma, en absoluto. Lo que me parece importante retener de esta exposición es la presentación del artista experimentador, buscador, y tal vez ingeniero con la figura mayor de Leonardo da Vinci, cual revistio Duchamp a la hora de inventar maquinas inutilas, utópicas, y muy pensadas (que reproduce de manera sintetica el gran vidrio 1915-1923).

         Wilfredo Prieto se define como un arqueólogo que intenta hacer suya el intento de aproximación a una idea a través las formas e imagenes mas impactantes posibles por sus dimensiones, combinaciones, simplicidad o alcance poético-humoristico-(a)político. El critico Gerardo Mosquera califica de hecho su obra por una ecuación “idea neta-obra sencilla-significado máximo”.

martes, 26 de febrero de 2013

Un arte para tropezar


Wilfredo Prieto. Café hecho por Di.
Galería Nogueras Blanchard. c/ Doctor Fourquet, 4.

Elena Zaccagnini Catón


¿Están los artistas latinoamericanos de moda? Actualmente en las salas del  Museo Reina Sofía encontramos una muestra dedicada a la Abstracción Geométrica en Latinoamérica, mientras que, al mismo tiempo y en el mismo centro, se expone otra titulada: Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina. Durante la semana que cada año Madrid dedica al arte contemporáneo ,en la feria principal y las ferias satélites, hemos podido ver cómo se seguía la misma línea,  pues encontrábamos una buena representación de artistas procedentes de este territorio, llamando especialmente la atención el Solo Project de ARCO, sección en la cual todos los artistas excepto uno procedían de Latinoamérica; así como el recorrido latinoamericano organizado en JUSTMAD, feria de arte emergente, en la que el comisario cubano Andrés Isaac Santana guiaba a los visitantes por las galerías pertenecientes a este contexto geográfico y cultural. No me extrañaría que algunos de los visitantes VIPs se encontrasen indispuestos al finalizar el fin de semana.

Las galerías madrileñas no podían ser menos, Nogueras Blanchard (Doctor Fourquet, 4) presenta una muestra dedicada al sonado Wilfredo Prieto (1978), artista cubano que alcanzó el estrellato a partir de su aparición en la Bienal de La Habana (2011) donde presentó su polémica obra Apolítico, enamorando a los críticos con su estilo conceptual, muy cercano al de otros artistas también latinoamericanos como Cildo Meireles o Gabriel Orozco. Confesándose adicto al ready-made, Prieto busca apropiarse del imaginario visual colectivo a partir del cual pretende recrear la cotidianidad llevando a cabo una intervención mínima en el espacio. Es sobre todo en sus últimos proyectos cuando se aprecia su interés por construir una obra sutil e invisible, que de tan ordinaria no se encuentra, perteneciente a la realidad cotidiana -Sacando al perro y comiendo mierda, Obstáculo, o Limonada con dos pares de cojones-. En ellas,  Prieto apenas interviene en el espacio, ya que no le interesa recargar al público con demasiada información sino aportarles lo justo para que ellos destruyan el discurso y lo reinterpreten según su propia opinión. Insiste en que su procedencia cubana no influye en su discurso, sino que pretende que éste sea universal, dosificando las referencias al asunto nacional y manteniéndose fiel a su propuesta poética y minimalista. Sin embargo, dudamos de su intención cuando conocemos obras como Apolítico (2011), Discurso (1999-2004) o Biblioteca Blanca (2004-2006)  en las que claramente  trata temas muy cercanos a la realidad cubana.  

Conociendo la obra de Prieto, la muestra en Nogueras Blanchard resulta cuanto menos decepcionante. En la nota de prensa, la galería anuncia a bombo y platillo, Café hecho por Di: ‘la primera exposición de dibujos de Wilfredo Prieto’, una serie de bocetos de los proyectos del artista, en los que encontramos desde sus primeras obras, pasando por las de su última producción, hasta llegar a proyectos que aún no se han llevado a cabo. Los dibujos expuestos aparecen enmarcados a modo de joyas y apelotonados en las paredes de la galería sin ningún tipo de orden aparente, alejándose de la sencillez de las instalaciones de Prieto. La muestra se construye a modo de retrospectiva, en la que los dibujos actúan como reliquias que buscan tan solo ensalzar la figura del artista, sin interesarse en explorar dentro de su obra para conseguir desentrañar los potentes mensajes que esconde, y evitando hacer hincapié en los temas que más le preocupan. La exposición resulta ajena al espectador, quien no se queda ni dos minutos dentro de la galería para observar detenidamente las obras, y que, al contrario de lo que Prieto pretende con sus instalaciones, entra en la galería igual que se va. Las palabras que Gerardo Mosquera utiliza para describir la obra de Prieto no podrían hacer menos justicia a la muestra que encontramos en Nogueras Blanchard, quizás encuentro más acertadas las palabras de Martí Peran cuando describe la obra del artista como un arte para tropezar.         

lunes, 25 de febrero de 2013

Abstracion y intencion artistica


Abstracion y intencion artistica
La invencion concreta
Colección Patricia Phelps de Cisneros
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Laura Ventura (estudiante Erasmus, segundo semestre)

La invención concreta: Colección Patricia Phelps de Cisneros es una lectura exhaustiva sobre el desarrollo de la abstracción geométrica en latinoamérica entre las décadas de 1930 y 1970. Durante este periodo, muchos artistas sudamericanos adoptaron la abstracción como lenguaje susceptible a desarrollar y expresar múltiples modelos, a menudo contradictorios, sobre una relación nueva entre el arte y la experiencia. En las ciudades modernas de Montevideo, Buenos Aires, São Paulo, Río de Janeiro y Caracas, se adoptó la abstraccióon como lenguaje de un futuro cosmopolita y progresista. Aunque la abstracción geométrica se desarrolló originalmente en Europa y Rusia, en Latinoamérica arraigó como herramienta rica y poderosa para expresar la creciente ambición de un continente que emergía como generador cultural y político de nuevas ideas a mediados del siglo XX.
La exposición se estructura en torno a la idea de la intención artística. Las obras se consideran manifiestos visuales, declaraciones de una serie de principios sobre cómo el arte puede y debe ser. Al igual que muchos artistas modernos, los creadores de La invención concreta escribieron profusamente sobre arte y la función que este desempeña en la sociedad mediante polémicas revistas, manifiestos y artículos en los que explicaban las implicaciones del nuevo lenguaje artístico, supuestamente universal, pero cargado de diferentes significados en cada contexto y en cada período. La exposición invita al espectador a explorar estas intenciones. Las obras en la exposición se agrupan según las afinidades de sus autores en sus credos artísticos fundamentales, sin importar la cronología o la geografía, incluyendo también obras de algunos artistas europeos y norteamericanos que fueron especialmente importantes para establecer estas intenciones. Este modelo nos permite apreciar la gran diversidad de propuestas dentro de este periodo, y entender que el uso de un lenguaje común no condena a los artistas a perseguir un mismo objetivo. Veremos artistas que concebían la abstracción como un sistema para crear relaciones interpersonales mediante objetos manipulables, o aquellos para quienes las proporciones matemáticas estables eran una metáfora para la estructura matemática subyacente del universo. Para otros, el ritmo visual y la repetición crean la posibilidad de desmaterializar el objeto hasta vibraciones ópticas y efectos luminosos; mientras otros se valen del símbolo y el lenguaje para entablar un diálogo con sistemas espirituales y culturas del pasado. Todas estas intenciones se basan en perspectivas esencialmente distintas sobre el papel del arte en la sociedad y su potencial para la transformación poética o política.
La exposicion empieza con las obras que funcionan como metonimia o indice de la estructura general de la exposicion. Cinco obras presentan las diferentes intenciones artisticas que se van a desplegar a continuacion. Cada una de ellas se corresponde con los distintos credos esteticos y filosoficos que desarrollaron los artistas,subrayando hasta que punto la geometria se cargo’ de diferentes significados dependiendo de los postulados de sus autores. Physichromie 500 de Carlos Cruz-Diez propone un modelo de inestabilidad y dinamismo en que el desplazamiento del espectador provoca un cambio costante en la percepcion de la obra. Por contraste, el universalismo Constructivo de Torres-Garcia pone en marcha un dialogo formal y simbolico entre la abstraccion y las culturas antiguas. Geraldo de Barros utiliza un severo vocabulario formal para crear effectos opticos dinamicos, concentrados con la psicologia de la percepcion, mientras Helio Oiticica y Lygia Clark cuestionan el proprio estatus del objeto de arte a través de obras interactivas. El ultimo conjunto representa artistas que, como Raul Lozza, conciben la matematica y la geometrìa como lenguajes especificos, percibidos desde una postura materialista.
Si bien muchos artistas consideran la abstracion como una negacion del pasado a favor de una tabula rasa, para otros artistas significa al contrario la oportunidad para crear un dialogo formal y simbolico con la historia, la tradicion y la espiritualidad. Joaquin Torres- Garcia desarolla un sistema estetico-filosofico que bajo el nombre de Universalismo Constructivo postula una equivalencia entre proporciones y simbolos de diferentes culturas, mientras que para Mira Schendel el lenguaje y las palabras se conectan con su interes por la espiritualidad y la religion.
Varios artistas descubrieron que la repeticion de elementos geometricos puede crear una vibracion virtual en la cual las forman parecen disolverse  o desmateralizarse. Muchas obras de esta seccion presentan vibraciones opticas que se generan a partir del desplazamiento del espectador. ParaJesus Soto, la sobreposicion de reticulos crea un efecto de movimiento a medida que cambia la perspectiva desde la cual se observa. En cambio, Carlos Cruz-Diez se apoya en el color y en los efectos de reflejo y refraccion de la luz con el fin de generar campos de color. En ambos casos la obra es un dispositivo para crear situaciones instables y ambiguas, conversando con el entorno y con el movimiento real y virtual, respondiendo a su conviccion de quel el universo se encuentra siempre en estado de flujo.
En otra seccion se encuentran obras que generan diferentes situaciones de illusion visual e inestabilidad optica. A diferencia de otros artistas abstractos para quienes la naturaleza plana de la superficie pictorica era fundamental, un grupo de artistas latinoamericanos axperimentaron con la creacion de formas dinamicas a traves de una estricta geometria. En muchas obras vemos efectos de rotacion o movimiento, o un dialogo activo entre figura y fondo, con un minimo de elementos formales. La teoria de la Gestalt, escuela de psicologia visual que analiza las respuestas ante situaciones de ambiguedad formal, iba tener una enorme influencia en muchos de estos artistas, sobre todo los brasilenos.
La exposicion incluye tambien obras de artistas europeos o norteamericanos que fueron importantes para el desarrollos del arte abstracto en America Latina. Mondrian fue una referencia clave para muchos artistas que interpretaron su vida y obra a partir de sus propios intereses. Mientras que para algunos fue un ejemplo de extremo materialismo, para otros fue un dimbolo de liberacion en la relacion entre arte y vida.  

domingo, 24 de febrero de 2013

MENSAJE DEL PROFESOR. el jueves 28 impartirá una lección magistral Simón Marchán Fiz en el auditorio 200 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en torno a su libro crucial "Del arte objetual al arte de concepto". Os recomiendo que acudáis porque podréis escuchar a uno de los grandes maestros del arte contemporáneo. Ocasión única.

sábado, 23 de febrero de 2013

Sin titulo, Perianes


Sin título
Gabriela Rodríguez Riva Palacio

La obra del artista gallego, Jorge Perianes, se expone una vez más,  sólo que ahora de manera individual, en la galería Max Estrella. Esta muestra nos invita a pensar y ver al ser humano de forma abstracta e invitando al espectador a ser parte de la obra como un reflejo de sí mismo en cada momento. El hombre  es  conceptualizado de forma que se muestra ausente en su propia obra; nos podemos ver un cuerpo humano o un retrato, más todas las acciones que realiza el mismo son las que generan cada una de las piezas de dicho artista. Un ejemplo interesante, es la primera obra que está entrando a la galería: El cigarro en el espejo, pero quien ha apagado esas dosis de nicotina en el reflejo humano, quien ha osado quemar lo único que es propio.

De distintas formas el hombre se ve reflejado, ya sea en la mordida de una manzana, en una escalera flotante o en múltiples espejos. Pero un reflejo que me atrajo de sobremanera fue el ver mi cara distorsionada en una copa rota… al momento de entrar a la sala, donde la luz difusa apuntaba a cada una de las copas, como si esas obras contaran una historia, historias de un bar; una canción sonaba en mi mente, el buen Andrés Calamaro diciéndome al oído “mozo sírveme la copa rota, sírveme que me destroza esta fiebre de obsesión…”  y cada trozo de la copa que esta sutilmente colocado me hacía pensar en la fiesta y en el arte como un arma de dos filos. Puede ser tan divertido y alegre como tú quieras o tan doloroso y nostálgico; así como el llanto que se derrama suavemente por la copa que está repleta de licor. Misma obra que guiaba a aquellas dos copas semejando un reloj de arena, marcando el tiempo del que pasa a través de cada trago. El reflejo de una copa en otra, el tiempo transcurrido y el que está por ocurrir, entonces, ¿dónde queda el presente?  Podría estar en la roca que sostiene esas dos copas; no lo sé, no está en mí.

El joven artista reveló la verdad acerca de estos objetos reflejantes y mochos.  Un amigo suyo trabaja en un bar donde, indudablemente cada noche las copas caen y éste se las regala a Perianes. Jorge logra tocar la poesía en objetos que podrían ser considerados como basura; toma lo que ya no sirve para convertirlo arte. El hecho de saber cómo colocar las piezas sueltas para crear un nuevo objeto. Y reflejándonos entre copas una extraña intervención en la pared nos ataca; una palmera escala miniatura que sale de un cuadro donde se proyecta el Caribe. La palmera como objeto rompe las dos dimensiones del cuadro para crear un espacio, con otro eje, que apunta hacia el centro de la sala de copas, el centro de la fiesta.

La exhibición del artista Jorge Perianes es un conjunto de todas sus obras ya expuestas en otras veces; nada nuevo, piedras sostenidas por pilares, espejos, escaleras, naturaleza y copas. Esta  pintoresca exposición no es más que Jorge y lo de siempre, yo preferiría que este joven artista nos ofrezca algo nuevo, no digo que su obra sea mala; al contrario. Espero que en las próximas muestras de este artista, ya sean colectivas o individuales, nos regale algo nuevo, interesante y que nos deje pensando una vez más en esas intervenciones del hombre en todo lugar. Aunque esta exposición fue analizar las mismas obras, ya hechas, contiene esta mezcla que define a al artista, lo que hace que el sea Jorge Perianes y no alguien más. 

viernes, 22 de febrero de 2013

MENSAJE DEL PROFESOR: atendiendo a la tímida petición de una compañera vuestra con cara de enorme "preocupación" propongo aplazar la entrega de la reseña larga de la exposición que vosotros elegís entre "La invención concreta", "Proyecto Fake" o "Pop politics". Si os parece bien dejamos la cosa para el lunes 11 de marzo. El día 7 de marzo pasaríamos la película "F for fake" para que todo el que la quiera ver pueda disfrutar y, tal vez, aprender. Disfrutad, si podéis, el fin de semana con el relax de una tarea pospuesta y, sobre todo, pensando en cuanto se equivocan los expertos en el tiempo: hoy iba a ser el día más frío del año y resulta que hay un sol de una belleza extraordinaria. Ciao.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Una belleza trágica


Jorge Perianes 
Galería Max Estrella 
Calle de Santo Tomé, 6  

Elena Zaccagnini Catón


Jorge Perianes se presenta ante nosotros como una persona sencilla y humilde, afirmando que no nació artista, sino que comenzó utilizando el arte como vía de escape durante su dura adolescencia para finalmente acabar licenciandose en Bellas Artes por la Universidad de Pontevedra y convirtiéndose en un artista que a sus 37 años ya arrastra una potente carrera profesional a sus espaldas.  

No es de extrañar pues que la muestra que podemos ver en la galería Max Estrella sea igual que él, una obra liberada de elementos innecesarios y pretensiones que precisamente por su brutal sencillez brilla con luz propia. Sin embargo, no toda la obra de Perianes posee estas características. En sus principios encontramos series de obra que, al contrario que las que hoy podemos ver, presentan una tendencia al horror vacui y en las que pueblan animales, como pájaros e insectos, que le ayudan a retratar, haciendo uso de un humor negro, temas concernientes al individuo, como son la identidad, la muerte o los deseos obsesivos. Para ello utilizaba principalmente la escultura o la instalación -a pesar de haberse especializado en pintura- ya que encuentra estos medios más profundos y cercanos, creando escenas coloridas y cargadas de elementos simbólicos. No tardó en desprenderse de estos motivos, que realizaba en su mayoría por encargo, y harto del enriquecimiento de unos pocos a costa del artista, cambia su trayectoria hacia la construcción de espacios, abandonando definitivamente este estilo exagerado.

Tanto Categorías, la instalación que pudimos ver el año pasado en la antigua nave frigorífica de Matadero Madrid, como la muestra de obra nueva expuesta en Max Estrella, representan el nuevo camino que ha tomado últimamente la obra de este joven artista. En esta ocasión, vemos como  Perianes vuelve a jugar con el espacio de la galería, como ya hizo en la exposición colectiva de 2012, interesándose por el concepto de ruina, la cual no entiende como un espacio de nostalgia sino como un lugar lleno de esperanza en el que el cuerpo tectónico sin vida convive con el vibrante entorno. En esta línea se mueve la obra Sin título, la principal de la muestra, en la que vemos como de las ruinas asoman unas esperanzadoras hierbas, originalmente domesticadas y aprisionadas, que intentan destruir lo artificial de la construcción. Junto con ésta obra y las grandes rocas que aseguran las paredes de la galería, Perianes busca violentar el espacio, el cual pierde su función expositiva original y se encuentra a punto de desplomarse.

Frente a estas potentes obras, encontramos una pequeña sala donde Perianes atesora delicadas piezas que sorprenden por su acabado minucioso. En ellas el artista juega con un espacio teatralizado donde las piezas danzan dispersas, mientras que el espectador pasa junto a ellas, las rodea y observa hipnotizado sus minuciosos detalles. Perianes narra temas y angustias personales, -como el vacío del hombre, la búsqueda de uno mismo, o la pérdida- los cuales el espectador descubre tras la cuidada y pulida estética de las piezas, detrás de la cual existe una realidad más cruel de lo que parece. El artista despoja de estas piezas todo elemento, evitando caer en la literalidad, y aportortandoles de una contundente sinceridad. Interesado en la relación obra-público, el artista envuelve al espectador en una realidad surreal, jugando con la pulsión que genera en éste sentir la fragilidad y tactilidad de las piezas, para las cuales el espectador juega un papel básico, el de completar la obra y aportarle sentido.

El artista traslada sus sensaciones de una manera sincera, exenta de un lenguaje complicado y acercándo las obras a un público que participa, casi sin quererlo, de su sensibilidad.

Tan cerca pero tan, tan lejos


Tan cerca pero tan, tan lejos

“There is only one thing in the world worse than being talked about, and that is not being talked about.”
Oscar Wilde



Llevo días intentando hacer una crítica de la exposición Café hecho por Di, del artista cubano Wilfredo Prieto, pero no lo consigo. Al escuchar el nombre de Prieto, automáticamente pensamos en el arte conceptual, grandes instalaciones, objetos y performances, algunos de los cuales de gran calidad. Sin embargo, cuando entramos en la galería nos encontramos con todo tipo de dibujos y bocetos de distintos tamaños, la mayoría lineares, rápidos y concisos, sin la intención precisa de un alto nivel de refinamiento gráfico. Son más bien apuntes, dibujos preparatorios y proyectos de obras en las cuales la idea es más importante que la conformación o la materialidad en sí. Es decir, no son dibujos hechos para ser vistos como tales.
La verdad es que no tengo ganas de hacer críticas ni elogios de lo que vi en la galería. La muestra se construye de una forma tan aleatoria y auto-referente que nos resulta imposible aplicar cualquier juicio de valores sobre lo que vimos.  Aquello que está expuesto no puede ser bueno o malo, una vez que no fue concebido para ser así. Por más sencillos que sean los dibujos presentados, siento que en todo lo que ahí está hay una especie de falta: falta de ganas de algo, de riesgo y osadía. Falta de lo que las vanguardias mucho tenían, que es una visión de mundo asertiva, que nos enseñe algo más allá de la poética individual.
Uno puede refutar lo que estoy tratando de exponer diciendo que el arte contemporánea abdica de manifiestos: todo vale, puesto que lo más importante no es producir una obra acabada, sino que son los caminos para llegar a algún lugar, el proceso y sus dificultades. Yo creo que al principio esta idea que hoy es un cliché sonaba bastante crítica, pues expresaba el intento por reivindicar una condición menos fetichizada del arte. No obstante, el fetiche todavía está ahí, solo que se trasladó. ¿Habríamos ido a visitar los mismos dibujos si no fuesen de un artista del circuito de las principales galerías de arte contemporáneo? ¿Habríamos ido visitar la exposición si los mismos no se refirieran a las obras famosas del cubano? Sin duda, el artista aún es visto como genio, en un sentido más profano pero no menos peligroso. La idiosincrasia es lo que conforma el juego seductor del arte; ella es el fetiche que tanto nos atrae y nos enreda un sus hilos malignos. ¿Cuántos dibujos habrán sido vendidos?
Me parece bastante extraño que el intento de aproximación e intimidad sea lo que más nos aleje de cualquier identificación con lo que estamos vendo. Me arriesgo a decir que muchas personas que, de paso, entraron en la galería sin conocer el artista y sus proyectos anteriores han salido indiferentes a lo que encontraron. Claro que es una mentira que el arte siempre haya sido comprendido y apreciado por todos, pero su enclaustramiento en las cuestiones muy singulares de una personalidad es algo realmente preocupante.
Ojalá esta exposición haya sido sólo el resultado de la prisa, de la falta de otro tipo de obra para una fecha estipulada. Espero ser yo quien no tiene la sensibilidad, el refinamiento o referencias suficientes para notar la sutileza o la complejidad de lo que está expuesto. Cuando el artista se encontró con nosotros, alumnos de historia del arte, para conversar sobre su exposición, expresó un deseo de que hubiera también algunas críticas negativas, ya que estas le permiten reflexionar y visualizar nuevas perspectivas. Pues ¿cómo podemos criticar algo tan personal, que por ser así no se expone a cualquier tipo de crítica? En portugués hay una expresión que muy bien podemos recordar: falem bem ou falem mal, falem de mim.

Janaína Nagata Otoch (estudiante intercambista)

martes, 19 de febrero de 2013

La luz entre el caos

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Exposición individual ‘Café hecho por dí", de Wilfredo Prieto
Galería Nogeras-Blanchard
(2 de febrero - 30 de marzo, 2013)
 La galería  Nogueras-Blanchard nos recibe con la exposición del artista cubano  afincado en Barcelona Wilfredo Prieto, el cual forma parte de la generación de artistas cubanos cuya fama ha alcanzado nuestro país (entre los cuales se encuentra también Carlos Garaicoa o Alexandre Arrechea) ,con sus instalaciones, objetos y performances de gran atractivo visual y estético, con un estilo a veces parecido al de Los Carpinteros, pero a todas luces personal.  En este caso se nos muestra la parte oculta de su trabajo, los dibujos que finalmente se convertirán en obra, los apuntes y bocetos que se llevarán a cabo y los que se quedarán en eso, una idea plasmada en papel. Apuntes rápidos, unión de todas sus obsesiones en diferentes formatos y multitud de simbolismos forman parte de  dicha exposición ,una de las primeras de la galería barcelonesa (a veces resulta realmente molesto observar las obras debido a la intensísima luz que desprenden los fluorescentes, pero eso ya es otro tema), la cual abrió sus puertas en septiembre del pasado año, y en cuya sede catalana se expondrá el resto del material de Prieto.
Dicha exposición es una muestra más de la tendencia al archivismo, a la búsqueda incesante del material que fue origen de la inspiración y de todo rastro del trabajo anterior a la obra por parte de los comisarios de las exposiciones, que de esta forma “endiosan” a artistas contemporáneos siguiendo el ejemplo de las numerosas exposiciones que se comenzaron a hacer centradas en el dibujo, en la idea inicial de numerosos artistas consagrados como Da Vinci, Alberti  o Picasso,  y que se convierten  de esta forma en obras de arte en si mismas. Esta exposición en concreto está organizada de forma casi caótica, como si del estudio del propio artista se tratase , visto casi como un psicópata de la imagen, un obsesionado de película de terror que cubre las paredes de su dormitorio con el motor de su vida. El nombre que ha dado a su exposición resulta una vez más enigmático y poco esclarecedor, como una muestra más de que en sus muestras nunca sabemos lo que vamos a encontrar. Lo mismo pasó con Atado a la pata de la mesa ( 2011)  comisariada por  Ferran Barenblit y  llevada a cabo este mismo año en el Centro de Arte Dos de Mayo o la obra expuesta en la sede de Nogueras- Blachard barcelonesa, Piedra iluminada y piedra sin iluminar (2013).
No obstante, el ingenio y la sencillez quedan patentes en toda la muestra, su mundo interior y forma de entender el arte nos son mostradas desde todos los ángulos y vertientes, en todas sus variaciones, dejando ver parte del artista menos “formal” y más cotidiano, instintivo y básico, siempre bajo un mismo discurso y dejando clara su intención. La obra del artista cubano siempre ha destacado por su lado político, su forma de mostrar la realidad de su país. Según Gerardo Mosquera, crítico cubano y seguidor de toda la evolución del artista ,Wilfredo personifica la orientación más directa, ‘minimalista’ e ‘internacional’ de los nuevos artistas. Y es él, entre ellos, quien más agudamente refiere a la vida y las cosas del país de hoy”   en referencia a lo que el ha definido como su tendencia a partir de una circunstancia local para reflejar dilemas globales y de esta forma dar a conocer su propia realidad cubana. Lo cierto es que su obra nunca deja indiferente, debido a su obsesión por intentar modificar y alterar las ideas preconcebidas de lo que debería ser una exposición, un museo, o una obra de arte.

lunes, 18 de febrero de 2013

La musa llamada Realidad


Ana Isabel Osorno Nieto

Wilfredo Prieto “Café hecho por Di”.

Nogueras Blanchard


La galería Nogueras Blanchard alberga hasta el próximo 30 de marzo más de 100 dibujos del artista cubano Wilfredo Prieto, dibujos expuestos como obras propiamente dichas, pero que en realidad son bocetos, ideas plasmadas por el artista en el momento que la obra cobra forma en su pensamiento, son dibujos sencillos, esquemáticos, estudios que después trabajará y dará forma hasta llegar a la realización de la pieza, que pueden ser instalaciones, objetos o performances. Estas primeras ideas preparatorias están plasmadas sobre periódicos, blocs, agendas y diversos papeles que reflejan la frescura e inmediatez del trabajo de Prieto, es llamativo para el espectador que ya ha visto en persona las obras de Wilfredo ver cómo se concibieron las obras que ha podido ver en otras exposiciones, el propio espectador puede apreciar cómo una obra surge de una idea, de unos trazos rápidos evoluciona hasta cobrar el sentido que el artista quiere transmitir, el dibujo es un proceso de la obra.

A modo de auto-retrospectiva en papel, Prieto nos hace una selección de obras, no de las mejores, sino las que él considera más representativas de su trabajo a lo largo de 10 años, algunas realizadas y muy conocidas, otras frustradas y jamás realizadas, que ahora casi parecen avergonzar al propio autor, pero que también forman parte de su obra y su trayectoria. Entre estas obras también hay bocetos que no se han desarrollado todavía, por falta de tiempo, porque todavía no ha conseguido desarrollar la idea hasta el punto deseado o bien por falta de medios técnicos, pero que Wilfredo tiene intención de retomar algún día. Además de estos dibujos preparatorios, la galería expone dos grandes cartulinas de más de 7 metros de largo por dos metros y medio de alto, en la que se encuentra representada la idea del desarrollo de una exposición que no llegó a realizarse, en la que podemos ver como el artista organiza algunas de las obras que vemos los dibujos preparatorios.

En esta exposición comprendemos que es la realidad, la cotidianeidad lo que inspira la obra de Wilfredo Prieto, sus obras se basan en objetos e ideas sencillas, con objetos normales y reales, al alcance de todos, pero que en su pensamiento adquieren un significado especial, que hace que cambie por completo su percepción. Esta realidad la vemos también representada en el título, “Café hecho por Di”, un nombre aleatorio que refleja una acción habitual y cotidiana que muchas veces pasa desapercibida, pero que puede servir para la inspiración del cubano. El artista alega que su única musa es la realidad y no necesita imitar a otros artistas como modelos a seguir, en este sentido puede que la gran calidad de la formación artística recibida en cuba haya influido en su manera de concebir las obras y el arte en general.

A partir de la bienal de La Habana de 2001 con su obra “Apolítico”, Prieto comenzó a tener relevancia en el mundo del arte contemporáneo, sus famosas banderas a escala de grises se encuentran reflejadas en un par de dibujos en la galería, pero también en el mural que proyecta la exposición sin realizar, lo que nos permite ver la relevancia de una idea que fue desarrollada con éxito y ha sido de gran relevancia en la trayectoria del artista. Una de las exposiciones más relevantes de Wilfredo Prieto en España fue “Amarrado a la pata de una mesa” del 2011, en el Centro de Arte 2 de Mayo de Móstoles , en la que se expuso un gran número de piezas, entre ellas esculturas, vídeos, instalaciones y performances. Ahora, en esta galería podemos ver algunas de las ideas que inspiraron parte de de las obras de estas exposiciones. Aunque inicialmente esta exposición sea un poco difícil de comprender, ya que no estamos acostumbrados a exposiciones sólo de dibujos preparatorios, nos permite acercarnos al artista y a su manera de concebir el arte y su obra con lo que resulta una experiencia interesante y recomendable.

La mejor obra del mundo: una buena conversación


Exposición individual ‘Café hecho x Di’, de Wilfredo Prieto
Galería Nogueras-Blanchard, c/Dr. Fourquet, 4
2 de febrero a 30 de marzo, 2013
MANUEL GAMAZA CRESPO

La galería Nogueras-Blanchard, recién instalada en Madrid, presenta la exposición individual Café hecho x di del cubano Wilfredo Prieto, artista que trata la realidad desde un punto de vista crítico e impactante, que construirá a través de sus performance y sus instalaciones. Wilfredo nos transporta a través de sus dibujos a su mundo más íntimo y personal, nos traslada sus preguntas más frecuentes y elementales, nos enseña la competitividad que mantiene consigo mismo y con su obra, siendo inconformista en todo momento, dubitativo, un proyecto da lugar a otro. Mantiene un hilo conductivo muy similar a la muestra comisariada por Ferran Barenblit en el CA2M, siendo difícil explicar formal y conceptualmente la meticulosidad con la que trabaja, mostrándonos una faceta de su trabajo hasta ahora desconocida.

La exposición crea su propia narrativa a través de los dibujos que, en contraste con su aparente cotidianeidad, han sido seleccionados. Son de gran sencillez formal pero todos buscan encontrar el mínimo gesto con sentido, dotándoles de poesía y sentido crítico, de un sentido conversacional, insistiendo en las trampas que encierra el lenguaje; amplifican las limitaciones de las palabras al representar aquello que describe, afrontando temas que relacionan arte y vida. Se trata de una selección de dibujos y bocetos de proyectos realizados o no, futuros, frustrados o vergonzosos, pero de dibujos, al fin y al cabo, que marcan una trayectoria artística e ideológica. Esta selección de notas previas que va realizando son esbozos rápidos, primeras ideas, por absurdas que éstas sean; “El papel es el primer espacio donde visualizo las ideas, las depuro, les doy vueltas hasta que logro una imagen o idea que me convence”, afirma Prieto. La galería se convierte en laboratorio experimental de sus ideas, nos muestra su mundo creativo, personal y único; se cambia el concepto de taller por el de galería que se abre al mundo interior del artista. Propone leer el arte de una forma distinta a la acostumbrada, desnudándose frente al espectador, que adopta una visión voyeurista. El crítico  cubano Gerardo Mosquera, que ha seguido su trabajo desde sus inicios, señala sobre él que “si procuramos resumir su poética en una fórmula, ésta sería la ecuación idea neta - obra sencilla - significado máximo”.

El proyecto expositivo se divide en un gran muestrario de bocetos, enmarcados, agrupados, como si guardasen relación entre ellos, como si mantuvieran una idea común, como los situados en la parte más baja, multitud de ideas cohesionadas en relación a su último proyecto en México D.F., los que preceden a piezas ambiciosas que han necesitado tecnologías complejas para lograr un resultado inesperado o los que siquiera han podido ser producidos. Por otro lado, dos largos carteles, proyecto comisariado para una exposición estadounidense que recoge los proyectos que más reconocimiento han tenido en su trayectoria, ideal del puente sobre el dibujo, realizan asociaciones de tipo conceptual revelando una lectura muy personal del artista respecto a su trabajo retrospectivo. Prieto tiene en cuenta en su obra a la historia del arte de forma tenue, sobre todo el más reciente: el postminimalismo y conceptualismo latinoamericano o las experiencias de Cildo Meireles y Félix González Torres, mientras mantiene diferentes grados de dramatización de sus ideas.

Algunos de sus motivos poéticos más recurrentes serán el ventilador como aparato de constante movimiento, las banderas como nexo cultural, una versión extraña de una bicicleta rusa (se asemeja a una montaña rusa), boxeadores y sus sombras proyectadas al contrario, los circuitos cerrados y el infinito como utopía de lo inmutable y eterno (serpiente que se muerde la cola), el dinero como valor inmaterial, o la propia cotidianeidad de la vida como un círculo vicioso que se retroalimenta. Encontramos bocetos de instalaciones como Estadio, que consistía en transformar un estadio en un lago, o Museo, donde cada sala de un hipotético museo albergaría un objeto de ocio o poder de la sociedad contemporánea, así como referencias a su Cuba natal, a las experiencias cotidianas de sus habitantes.

Wilfredo Prieto representa lo estúpido, lo absurdo, lo aparentemente carente de valor añadido, las tontadas y los proyectos sin resolver y sin solución; la realidad y el sutil sentido del humor conviven como influencias en su obra, son las que marca una evolución, que aspira a desplegar una rejilla de significados, mediante un impacto visual poderoso. La obsesión del artista es encontrar la imagen que considera mejor para su trabajo, no obstante no existe una voluntad de extraer conclusiones críticas. Se produce un gran contraste entre los carteles y los bocetos y dibujos expuestos, actuando el propio espacio de la galería como autor estético envolvente de las ideas. Los pequeños detalles que podría fijar una cámara se recogen mediante pequeños bocetos de ideas y proyectos. Prieto intenta que exista una participación directa entre el artista y el crítico, para que la obra coexista en armonía con el mundo real de lo contemporáneo y sus seguidores. Es una NECESIDAD enorme de reunir toda su producción, como si se tratase de una gran maqueta, como si abriésemos el cajón de los sueños y recuerdos de la niñez, recuperándolos.

El sugerente título de esta exposición, Café hecho x Di, nos traslada a una de las obras que se muestran, una sencilla taza de café reproducida tras una tarde cafetera de intercambio cultural e ideológico; la obra vista como una gran conversación interna entre unas y otras. El café como resultado de este intercambio artístico, este intercambio personal, resumen de la ecuación entre sus obras y en definitiva entre su arte.

¿En qué jaula se encuentra el artista y sus ideas? ¿Y en qué jaula se encuentra el arte? Como él mismo acostumbra a decir, “las ideas están en la realidad, como las nubes. Uno las ve y puede tomarlas”.

BUSCANDO EN EL BAÚL DE LOS SECRETOS


BUSCANDO EN EL BAÚL DE LOS SECRETOS

Wilfredo Prieto. Café hecho por Di.

Del 2 de Febrero al 30 de Marzo de 2013. Galería Nogueras Blanchard.

Inmaculada Hormigo González.

Para poder comprender a un artista hay que sumergirse en su trayectoria y en su obra, saber de dónde viene y su fuente de inspiración. Pero existe un artista que expone abiertamente en Madrid sus ideas, sus garabatos y bocetos directamente sacados de sus cuadernos de bitácora, donde día a día recogía los orígenes de sus futuras obras. Estos pequeños tesoros que esperaban escondidos para ver la luz nos acercan al artista, y nos muestran una cara intima y amable que nos une a él.

A primera vista cuando entramos en el espacio industrial, poco pulido como es la galería Nogueras Blanchard las obras se nos antojan garabatos, realizados con prisa y expuestos de mala manera sobre las paredes de esta. Pero esta experiencia cobra sentido cuando es el propio artista el que nos invita a sentarnos en el suelo con él mientras charlamos sobre la exposición, este hecho nos hace sentirnos cercanos a él y a su obra que cobra una nueva perspectiva vista desde un ángulo inferior al que no estamos habituados.

En las paredes observamos dibujos realizados al vuelo, recordatorios de ideas que más tarde formaran la base para crear su obra, crea pues una visión como de estudio en la que podemos ver proyectos de obras realizadas, sin realizar o que de momento están pendientes. En cierto modo observamos intentos frustrados de obras, pero “estos experimentos frustrados pueden convertirse en otros nuevos y diferentes que no me imaginaba” nos confiesa el artista, ante la visión de algunas de sus frustraciones. Muchas de estas no se pueden realizar por “problemas técnicos o dificultades externas”, dándonos a ver el cajón de los desastres que todo artista guarda en algún lugar de su estudio.

Pero más inspirador me resulta el momento en el que se le pregunta a Wilfredo sobre sus referentes o sobre cuál es su artista más influyente, ante lo que responde: “mi artista más influyente es la realidad”, “tomar una caña con los amigos”. Esto me hace reflexionar sobre la idea que todo crítico presenta sobre los referentes artísticos y sobre las influencias que muchas veces erróneamente encontramos cuando nos acercamos a una exposición. Debemos romper con la idea de que todo el arte se encuentra influido, no existen tales inspiraciones en Wilfredo, solo la realidad, el día a día es su mayor influencia. La espontaneidad de colocar una moneda sobre otra, la reflexión sobre el infinito y sobre cómo hacer flotar en el aire una patata, esa es la esencia de su arte y de la frescura que sus obras desprenden.

En la conversación mantenida con Wilfredo se nos mostro tan cercano como pretende que nos sea su obra, que mezcla elementos cotidianos sacados de contexto o posicionados en modo que nos desconcierten aunque de una manera cotidiana, mezclando posiciones imposibles con objetos que nos son muy conocidos. Vemos una nueva visión de exposición en la que un simple post-it puede compartir espacio expositivo con el mural inspiratorio de una exposición en Estados Unidos. Nos saca del ámbito académico al que nuestro ojo se ha acostumbrado para introducirnos en la maraña de ideas que guardaba en el baúl de los secretos, realizando una vez más los trucos de “magia” a los que nos tiene acostumbrados.

Al finalizar el coloquio, Wilfredo expreso su deseo de que las críticas que se llevase su exposición fuesen negativas, ya que estas le aportan nuevas ideas, nuevas perspectivas. Y aunque me he esforzado en idear alguna no encuentro ninguna mala crítica en la idea de retrospectiva que nos presenta esta exposición.

¿Lluvia o sequía de ideas?



Café hecho por Dí. Wilfredo Prieto
Galería NoguerasBlanchard. Del 2 de febrero al 30 de marzo de 2013
Patricia San José García
 
Tengo que reconocer que cuando entré en la Galería NoguerasBlanchard para ver la exposición Café hecho por Dí de Wilfredo Prieto, no esperaba encontrarme con una exposición compuesta únicamente por dibujos –de hecho esta es su primera exposición de dibujos–, cosa que seguramente sería del agrado de Prieto, pues uno de sus objetivos es sorprender al espectador y conseguir que éste no se espere qué es lo que hará en la próxima obra. Esto le lleva a manifestarse a través de formas tan diversas como instalaciones, esculturas, objetos, intervenciones, performances o dibujos, y a no atarse a ninguna de ellas en concreto, sino a utilizar la que mejor exprese la idea que quiere desarrollar. También va a utilizar materiales de desigual naturaleza, tanto lujosa como humilde, y va a aprovechar estrategias de diferentes corrientes como la conceptual o la post-minimalista, siempre con el afán de desvelar lo poético y lo artístico que se encuentra en la cotidianidad y la realidad.
En un primer momento, puede dar la impresión de que Prieto haya optado por exponer unos dibujos que ya estaban previamente realizados por dejadez o falta de tiempo. Esto cobra sentido si además tenemos en cuenta el agotamiento mental que debe arrastrar de su último proyecto (Dejándole algo a la suerte. Del 4 de octubre al 12 de noviembre de 2012, en la Sala de Arte Público Siqueiros, México D.F.), consistente en realizar una pieza diaria durante los días que duraba la exposición. Por otro lado, seguramente sea este mismo proyecto el que explique el porqué de la exposición en NoguerasBlanchard, ya que en él ha explorado el concepto procesual de la creación y ha priorizado el taller como un lugar generador de ideas frente al espacio de exhibición, pues Prieto trasladó su estudio –y con él el proceso artístico– a la galería de la Sala. Del mismo modo, en Café hecho por Dí, Prieto se va a centrar en reflejar el proceso de creación y la frescura de la idea previa a la materialización de la obra. “Lo más importante es hacer una experimentación con la imagen y con el contenido, más que llegar a un resultado final”, dice Prieto refiriéndose al proyecto de la Sala Siqueiros en una charla que mantuvo con Cuauhtémoc Medina durante un Seminario de Arte Contemporáneo que impartió éste en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (Universidad Nacional Autónoma de México).
Los dibujos que se han reunido con motivo de esta exposición –elegidos y dispuestos por el artista– abarcan los últimos 10 años de la producción de Prieto, desde su graduación por el Instituto Superior de Arte de La Habana hasta el momento actual. Éstos representan ideas que en algunos casos se han acabado materializando en piezas –Apolítico (2001), Avalancha (2003), Mucho ruido y pocas nueces II (2005), Sin título (Grúa) (2006), Grasa, jabón y plátano (2006), Smart gum (Chicle inteligente) (2008), Tarta de cumpleaños (2009), Las migajas de pan también son pan (2011), o Amarrado a la pata de la mesa (2011), entre otras–; en otros casos –estas son las más interesantes porque son las que aportan algo nuevo a la obra de Prieto– no se han llevado a cabo –y nunca lo harán pues al artista ya no le resultan interesantes, como las jaulas en las que están encerrados un león, un perro, un gato y un ratón–; y en otras ocasiones están aún por realizar –El viaje infinito, Estadio, Papa caliente (que aunque se realizó en 2011, Prieto no obtuvo los resultados deseados y por tanto no la considera terminada)–, pero muchos veces es difícil porque son de mucha complejidad técnica o material. Quién sabe si con el paso del tiempo retomará algunas de estas ideas, como hizo con El duelo de la sombra, una performance que presentó en la ya mencionada Dejándole algo a la suerte, que extrajo de un dibujo que hizo a los 9 años en el que están peleando dos boxeadores, uno de gran tamaño que proyecta una sombra pequeña y viceversa.
En definitiva, las obras que podemos encontrar en Café hecho por Dí transmiten la sensación dinámica y fructífera de “lluvia de ideas”, proceso a partir del cual trabaja Prieto, pero a la vez parecen una suerte de retrospectiva reflexiva y estancada. Y yo sólo me pregunto –para satisfacción del artista–, ¿cuál será el siguiente movimiento de Wilfredo Prieto?