Jorge Galindo y Santiago Sierra-Galería Helga de Alvear- “Los encargados”
Hay que enterrar la mentira
No corren tiempos de celebraciones en nuestro país. Así lo
entienden los artistas madrileños Jorge Galindo y Santiago Sierra que con su
última exposición, “Los encargados”,
buscan denunciar a los culpables de esta gran crisis que va comiéndose poco a
poco las esperanzas de esta nación. Son momentos oscuros, sombríos, de escalas
de grises, en los que la única solución para seguir adelante y cambiar el rumbo
de esta historia es arremeter contra el orden establecido que nos ha sumido en
este verdadero pozo sin fondo.
La Galería Helga de Alvear alberga las obras de estos dos
polémicos artistas que se atreven a señalar sin titubeos, con el dedo (y el
pincel) firmes a los principales responsables del rumbo que ha tomado nuestra
historia. Son siete los retratos de gran formato que ocupan la primera sala de
la exposición. Rostros más que conocidos los de los seis presidentes del
gobierno desde la transición democrática española y un retrato de su Majestad
el Rey de España como jefe del Ejército. Sin embargo, pierden todo su prestigio
cuando son colocados boca abajo, colgados, ejecutados por los artistas que les
tachan de culpables de defender los intereses de entidades financieras,
religiosas y militares antes que preocuparse por el pueblo que gobiernan. Se
generaliza, se presenta a todos los presidentes independientemente de sus
tendencias políticas, porque, al fin y al cabo, ellos son el pasado de la
historia de este país y todos han ido contribuyendo a que hoy España se vaya a
pique.
La pieza central de la exposición consiste en un vídeo de
casi seis minutos de duración que muestra la performance que los dos artistas
dirigieron el año pasado en plena Gran Vía. Un desfile de carácter funerario en
el que siete coches negros transportan en las respectivas bacas los retratos
antes comentados. La cámara se va pausando en diferentes edificios
pertenecientes a diversas entidades del Estado, de la Iglesia y del Ejército,
los tres poderes que mediante esta exposición Galindo y Sierra ponen en tela de
juicio. Todo el vídeo en blanco y negro, filmado con un efecto de espejo, cuya
importancia resulta capital para cuestionar una vez más qué es verdad, qué es
mentira y por quién nos dejamos engañar. El montaje se convierte en estas obras
en el elemento que aporta el tono crítico. Y la música, no podía faltar la
música. Una canción, la Varsoviana soviética, que incita a la acción y dota a
toda la filmación de ese carácter revolucionario. Hay que enterrar la mentira.
En otro espacio de la galería encontramos una serie de
fotogramas ampliados del vídeo que acabamos de comentar. Son fotografías que
actúan como evidencias de la acción y están dotadas de un cariz acusador, si me
apuraran, incluso diría criminal. Tenemos los rostros y vamos a por ellos. Sin
censura, sin excusas, sin miedo.
Los propios artistas reconocen que se trata de un espacio de
revancha, de denuncia y crítica, de contrapropaganda a todas las mentiras que
circulan diariamente y que ocultan y excusan constantemente a los principales
responsables de la situación actual porque ellos son los culpables, ellos son
los encargados. Crean así paredes de reflexión y polémica y contribuyen
activamente a través de su profesión y sus creaciones a despertar mentes
dormidas y activar la capacidad crítica de la sociedad que es el único arma que
existe para combatir la mentira.
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