LOS ENCARGADOS
Jorge Galindo y Santiago Sierra
Galería Helga de Alvear
La obra expuesta muestra una actuación realizada el 15
de agosto del año pasado con claro mensaje político y reivindicativo.
“Los encargados” está formado por un vídeo,
siete pinturas y diez fotografías (todas las piezas pueden ser vistas hasta el
próximo 2 de marzo), producidas por la propia galerista, Helga de Alvear, que
ha querido involucrarse como mecenas y apostar por este proyecto. El gran protagonismo evidentemente lo tiene el video ya que los retratos y las
fotografías forman parte del mismo. Los retratos están expuestos en un sala con
una potente luz enfatizada aún más por el color blanco de la pared y que su vez
contrastan con los grandes retratos negros y casi lúgubres de los
políticos representados causando un gran
impacto en el espectador, sensación que sólo es posible tenerla al visitar la obra “in situ”. Este impacto que crea en el espectador quizás pueda
asemejarse al mismo impacto y también extrañeza que pudieron
sentir las personas que pudieron ser testigos de la grabación. Por otro lado tenemos las fotografía que son
fotogramas del video y como dice “ Semiramís en Babilonia” en http://arcobloggers.com/2013/01/21/los-encargados-jorge-galindo-y-santiago-sierra/ se juega con el “dar la vuelta” a la imagen,
no sólo estando las pinturas en posición inversa sino toda la grabación: las
calles madrileñas se muestran como vistas desde un espejo; efectos estos que de
repente se rompen a mitad del vídeo, partiendo en tres la pantalla y jugando
con la visión de la acción en distintas posiciones focales.
Por último el protagonista el video también expuesto a partir del cual cabe explicar la
temática de esta exposición: en clara reivindicación se sacaron los
retratos hiperrealistas( los cuáles se asemejan a los carteles que entre los años 60 y 70 se exponían en los
cines de la Gran Vía madrileña) colocados en coches de alta gama, que por
otro lado son los que suelen utilizar estos políticos en la vida
real y que se pasean boca abajo dando a la vez sensación de
indiferencia, como dijo Ángeles García en http://cultura.elpais.com/cultura/2013/01/15/actualidad/1358249536_768482.html “majestuosamente
encumbrados en los vehículos
oficiales fuera de la realidad que solo
atisban boca abajo”. Es una obra que hace pensar acerca de la situación
actual que hoy vivimos, que la crisis
tiene un origen y ese origen se encuentra en el periodo de Transición , como
dice Pablo Sebastián en http://www.republica.com/2013/01/15/los-encargados_601227/ “crítica a la versión rosada de la transición, donde no se ha dicho toda
la verdad y donde se ocultan cosas esenciales.” De ahí el orden cronológico
en el que van desfilando los retratos.
Según Pablo Sebastián están cosas que no se nos dijo( en mi opinión no
se han trasmitido o han quedado
ocultadas) son: que en España no hubo un
“periodo constituyente”, que el texto constitucional se elaboró en secreto por
siete políticos y al margen del Parlamento y de la opinión pública, que se
obvia la separación de los poderes del Estado -”Montesquieu ha muerto” dijo
Guerra- , se “secuestra” la soberanía nacional y popular a favor de los jefes o
aparatos de los partidos políticos, que son los que hacen las listas
electorales y luego pactan los repartos del poder judicial y que incluye una
ley electoral no representativa ni proporcional en la que los ciudadanos no
eligen directamente a ninguno de sus gobernantes ni representantes (el Jefe del
Estado, presidente del Gobierno, diputados, senadores, alcaldes, jefes
autonómicos).
Acerca de los autores, por un lado el arte de Sierra está
cargado de reivindicaciones sociales y políticas desde sus comienzos que intenta
visibilizar la perversidad de las tramas de poder que fomentan la alienación y
explotación de los trabajadores, la injusticia de las relaciones laborales, el
desigual reparto de la riqueza que produce el sistema capitalista y las
discriminaciones por motivos raciales en un mundo surcado por flujos
migratorios unidireccionales (sur-norte).
Con respecto a Jorge Galindo desde
sus primeras obras, expuestas a mitad de los ochenta intercala la pintura con los collages
fotográficos. La obra de Galindo esta próxima a la abstracción gestual,
concediéndole una especial relevancia a las intervenciones del azar y los
aspectos matéricos. De la década de los noventa datan los fotomontajes en los
que emplea imágenes procedentes de los medios ilustrados en los años cincuenta
y sesenta y en los que se expresa una crítica a la sociedad de consumo su obra
se ha desarrollado mediante series con una clara unidad temática, aunque
expresada con recursos estilísticos de compleja variedad. En 1996 inicia su serie
Patchwork, en la que aporta al lienzo tejidos variados. En su obra, la mezcla
entre fotografía y pintura produce conjuntos visuales exacerbados, que en
ocasiones se aproximan a lo kitsch. Entre sus series más importantes
destacan Pintura animal.
Volviendo de nuevo a la exposición es una obra que hace pensar
que es lo que se ve para que la gente piense y reaccione
ya que la indiferencia es el mayor enemigo de la sociedad.
Ha sido tildada de todas formas tanto positivamente o como
negativamente
-
“Símil
con una procesión religiosa para los
católicos, una relación de perfecto
equilibrio entre estética y
devoción en comunión pública”
-
“Recuerdo
de lo fea que es la realidad”
-
“Expuesta a
modo de cortejo fúnebre o incluso anuncio publicitario”
Lydia
Yuste Bravo
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