martes, 19 de febrero de 2013

La luz entre el caos

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Exposición individual ‘Café hecho por dí", de Wilfredo Prieto
Galería Nogeras-Blanchard
(2 de febrero - 30 de marzo, 2013)
 La galería  Nogueras-Blanchard nos recibe con la exposición del artista cubano  afincado en Barcelona Wilfredo Prieto, el cual forma parte de la generación de artistas cubanos cuya fama ha alcanzado nuestro país (entre los cuales se encuentra también Carlos Garaicoa o Alexandre Arrechea) ,con sus instalaciones, objetos y performances de gran atractivo visual y estético, con un estilo a veces parecido al de Los Carpinteros, pero a todas luces personal.  En este caso se nos muestra la parte oculta de su trabajo, los dibujos que finalmente se convertirán en obra, los apuntes y bocetos que se llevarán a cabo y los que se quedarán en eso, una idea plasmada en papel. Apuntes rápidos, unión de todas sus obsesiones en diferentes formatos y multitud de simbolismos forman parte de  dicha exposición ,una de las primeras de la galería barcelonesa (a veces resulta realmente molesto observar las obras debido a la intensísima luz que desprenden los fluorescentes, pero eso ya es otro tema), la cual abrió sus puertas en septiembre del pasado año, y en cuya sede catalana se expondrá el resto del material de Prieto.
Dicha exposición es una muestra más de la tendencia al archivismo, a la búsqueda incesante del material que fue origen de la inspiración y de todo rastro del trabajo anterior a la obra por parte de los comisarios de las exposiciones, que de esta forma “endiosan” a artistas contemporáneos siguiendo el ejemplo de las numerosas exposiciones que se comenzaron a hacer centradas en el dibujo, en la idea inicial de numerosos artistas consagrados como Da Vinci, Alberti  o Picasso,  y que se convierten  de esta forma en obras de arte en si mismas. Esta exposición en concreto está organizada de forma casi caótica, como si del estudio del propio artista se tratase , visto casi como un psicópata de la imagen, un obsesionado de película de terror que cubre las paredes de su dormitorio con el motor de su vida. El nombre que ha dado a su exposición resulta una vez más enigmático y poco esclarecedor, como una muestra más de que en sus muestras nunca sabemos lo que vamos a encontrar. Lo mismo pasó con Atado a la pata de la mesa ( 2011)  comisariada por  Ferran Barenblit y  llevada a cabo este mismo año en el Centro de Arte Dos de Mayo o la obra expuesta en la sede de Nogueras- Blachard barcelonesa, Piedra iluminada y piedra sin iluminar (2013).
No obstante, el ingenio y la sencillez quedan patentes en toda la muestra, su mundo interior y forma de entender el arte nos son mostradas desde todos los ángulos y vertientes, en todas sus variaciones, dejando ver parte del artista menos “formal” y más cotidiano, instintivo y básico, siempre bajo un mismo discurso y dejando clara su intención. La obra del artista cubano siempre ha destacado por su lado político, su forma de mostrar la realidad de su país. Según Gerardo Mosquera, crítico cubano y seguidor de toda la evolución del artista ,Wilfredo personifica la orientación más directa, ‘minimalista’ e ‘internacional’ de los nuevos artistas. Y es él, entre ellos, quien más agudamente refiere a la vida y las cosas del país de hoy”   en referencia a lo que el ha definido como su tendencia a partir de una circunstancia local para reflejar dilemas globales y de esta forma dar a conocer su propia realidad cubana. Lo cierto es que su obra nunca deja indiferente, debido a su obsesión por intentar modificar y alterar las ideas preconcebidas de lo que debería ser una exposición, un museo, o una obra de arte.

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