jueves, 7 de febrero de 2013

¡Cuidado, que se caen!


Sin Título. Jorge Perianes
Galería Max Estrella 
Del 31 de enero al 6 de abril


Ágata Soto Salafranca



Desde finales de enero la galería Max Estrella acoge la obra de Jorge Perianes, un joven artista de origen gallego que, aunque especializado en pintura, como podemos ver en esta exposición toca y atiende a distintas disciplinas. A pesar de ser ésta la primera intervención en solitario del artista en la galería, ya pudimos disfrutar en ella parte de su obra, junto con la de otros, durante el año pasado en Caminar la línea.

La muestra se nos ofrece como una escenografía de un gran sentido enigmático y simbólico, como un decorado en el que Perianes nos quiere introducir. Intención que se consigue desde el primer momento, ya que las obras nos atraen, nos invitan a acercarnos a ellas a pesar de darnos sensación de gran inestabilidad, pareciendo que algunas están a punto de desmoronarse como las rocas afianzadas a las paredes de la galería.

Moviéndose en los parámetros vinculados con lo ingrávido, la naturaleza, los animales o el hábitat del ser humano, sus piezas – completamente adecuadas al espacio expositivo – se encuentran desprovistas de cualquier elemento superfluo y ornamental. Mediante una estética muy depurada, sus originales obras muestran una dimensión simbólica que vá más allá de lo presentado. Los objetos ordinarios, que son extraídos de sus coetaneidad, se recodifican y dejan de ser meros elementos para ser elevados hacia una categoría literaria, abandonando su función predeterminada a modo de ready-made. De esta forma, el objeto elegido aislado carece de interés en sí mismo, si no fuera por las transformaciones irónicas y alegóricas que lo incorporan a la producción artística como un elemento real.

Por medio de estos juegos alegóricos nos acerca a las inquietudes que se producen en su cabeza, como la muerte, el paso del tiempo, la vida o el ser humano – que aunque no aparezca representado físicamente en su obra, se encuentra implícito en ella –.  Sus obras nos conducen hacia una reflexión sobre el concepto del ser humano en todos sus ámbitos. Sin embargo, esto lo lleva a cabo sin plasmarlo directamente, ya que lo hace de una forma sutil y amable, a modo de fábula. Es decir, se trata de una manifestación que persuade al espectador de manera empática, con una perspicacia delicada que no busca la aspereza del mensaje, pero sí una provocación. Por ello, la originalidad de sus obras se hace más evidente al prestar atención a este lenguaje irónico y satírico a la hora de intentar representar el vacío y desánimo propio del ser humano. Esto se ve reflejado claramente en sus escaleras, que para nuestro desasosiego no conducen a ningún lugar.

La misma perspicacia la emplea también para engañar a nuestro ojo con sus copas o espejos, produciendo trampantojos definidos por líneas que son y líneas que parecen. Un trompe l’oeil que produce la sensación de no estar encontrando el nexo con la obra, un sentimiento de no percibir la conexión con el mismo objeto con un poder de atracción tal, que parece llamarnos a gritos para que nos acerquemos a mirarlo.

El proyecto de Jorge Perianes sorprende sobre todo por su poderosa efectividad, haciendo que nos encontremos de frente con el más profundo surrealismo, encerrado en un discurso que aprovecha inteligentemente el espacio que se le brinda, donde nos muestra su extenso dominio de las técnicas escenográficas.

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