jueves, 7 de febrero de 2013

Sobreentendiendo al ser humano


Jorge Gómez Sierra
Crítica sobre la exposición “Sin título” de Jorge Perianes
(Galería de Arte Max Estrella; C/ Santo Tomé, 6)


Sobreentendiendo al ser humano

La galería de arte Max Estrella nos trae para febrero la primera muestra individual (en este espacio) sobre Jorge Perianes, artista nacido en 1974 en Ourense ligado a una producción artística multidisciplinar que gira de una forma peculiar en torno al ser humano aunque evitando por supuesto, los tópicos del arte clásico. Perianes a pesar de ser relativamente joven es un asiduo de los centros de arte contemporáneo de ámbito nacional e internacional, como corroboran sus apariciones en exposiciones colectivas en ciudades como Miami, Oporto, Nueva York, Lisboa o Quito. Anteriormente ya había trabajado para esta galería, concretamente en 2012 figurando en la exposición colectiva “Caminar la línea”, muy afín al pensamiento de este artista.
 Su obra puede llegar a ser complicada de entender; hay un marcado trasfondo y es conceptual sí, pero nunca pierde el sentido estético, el mismo dice lo siguiente: “mis inquietudes se van engarzando a través de un simbolismo propio de la herencia cultural y del inconsciente colectivo buscando una interactuación con el público a partir de una estética cuidada y detallista hasta la exasperación”. Por lo tanto estamos ante algo formal e intelectual.
Como ya he comentado su labor es multidisciplinar aunque exposiciones anteriores como la del espacio Abierto x obras del Matadero de Madrid o la recientemente clausurada en el Kiosko de Alfonso en A Coruña denotan que su “hábitat natural” es la instalación, generalmente de grandes formatos, ocupando incluso en algunos casos, la totalidad de las galerías o museos. Esto no supone el rechazo por otras formas artísticas como el ready made, la intervención directa en paredes, la escultura, la pintura, etc. Utilizadas todas ellas de una forma peculiar y con distintas citas a la historia del arte contemporáneo sobretodo (dadaísmo, surrealismo, etc).  
En Max Estrella se expone una miscelánea de la producción de Perianes, una reflexión continua, fuera de críticas políticas, va más allá, va hasta lo existencial de la raza humana. Invita al que ve esas obras a replantearse la percepción del mundo y de nuestros propios procesos de pensamiento. Introduce una nueva manera de comprender la naturaleza incluyendo en ella al hombre. Es una mirada ambigua, metafórica, alegórica, etc. que atañe conceptos filosóficos básicos. Destacan las composiciones poéticas y literarias, y aquellas de apariencia inquietante basadas en la fragilidad e inseguridad, cualidades muy comunes en el ser humano.
Existe toda una serie de simbologías en sus facturas, hay un paralelismo con los genios del surrealismo. Nos encontramos ante elementos que tienen un significado propio y que son convertidos en los actores principales de las obras, son los que nos sugieren la idea fundamental de cada obra, el epicentro del concepto intelectual. No es palpable la figuración humana, ya lo adelanta Perianes, no vamos a ver un cuerpo de un hombre o mujer; pero sí vamos a ver sus obsesiones, sus deseos, sus escapatorias y sus angustias. Esta connotación es evidente en toda la muestra, es perceptible en sus copas o vasos, en sus cuadros rasgados, en sus escaleras, en esos ápices de vegetación que sobresalen de sus intervenciones en la pared… La obra no está cerrada, es una sutil sugerencia al que la admira, es un llamamiento al dialogo con el espectador, que es el que completa este discurso de ambigüedad total y de crisis existencialista.
Continuamente hay que preguntarse el porqué de lo que estás viendo, las dudas surgen, el cuestionamiento a ti mismo es la clave de esta exposición.

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